Unos días después, Iruma se encontró con sus dos mejores amigos, quienes se veían mejor que nunca, el aura que desprendían ambos era algo lindo de ver a los ojos de los demás, era como si ambos se sintieran mejor que nunca estando juntos. Si, antes solo estaban juntos por que ninguno de los dos quería separarse del peli-azul, pero ahora era porque los dos habían aceptado los sentimientos que sentían el uno por el otro, tomados de las manos caminaban en dirección a la cafetería escolar.
Iruma se acerco poco a poco a donde ambos se encontraban, en su rostro se podía ver una gran sonrisa que hacia que todos a su alrededor lo miraran aun cuando al chico no le gustaba llamar la atención.
—Clara — llamo a la chica quien aún seguía de espaldas a él.
—Iruma-chi — hablo al chica en cuanto se dio la vuelta para poder ver al peli-azul.
—Iruma — hablo de igual manera Lied siguiendo a la chica peliverde.
—Perdón por haberlos olvidado el otro día — susurro mientras llevaba sus manos al frente para después juntarlas y comenzar a jugar con ellas — no era mi intención — dijo algunos segundos después — y-yo tenia algo importante que hacer y me tuve que ir — termino por decir de la manera más rápida que pudo.
Para los otros chicos no fue nuevo, tanto Lied como Clara sabían perfectamente las razones por las cuales el chico que tenían en frente se fue de la cafetería sin decirles nada a ellos dos, no le dieron mayor importancia cuando Iruma se fue pues ellos más que nadie quería que se arreglaran las cosas entre Alice e Iruma quienes se conocían desde hace mucho tiempo solo que el peli-azul no lo sabía o mejor dicho, no lo recordaba.
Alice siempre estuvo cerca de Iruma, en cada momento importante, eso lo sabían, pero Alice no conocía eso, Alice nunca se dio cuenta que ellos estaban ahí con el chico ya que el peli-rosa siempre estuvo en su propio mundo, nada era más importante para él que Iruma. Ahora era tiempo de que ambos chicos estuvieran juntos aún si eso se les parecía difícil.
—No te preocupes Iruma, entendemos — dijo Lied mientras colocaba una de sus manos en el hombro del chico.
—Si, si, Iruma-chi entendemos — Clara caminaba de un lado a otro, siempre mirando a Iruma quien se sonrojaba por los actos de sus mejores amigos.
—Gracias — dijo Iruma aun sosteniendo sus manos.
—No hay problema — una vez más Lied le contesto — pero debes de decirnos a donde fuiste y que te tomo tanto tiempo — una vez dicho eso, el chico comenzó a reír a carcajadas notando como Iruma se volvía cada vez más rojo de la cara llegando hasta sus orejas.
—Y-yo no creo q-que.
—Debes de contarnos Iruma-chi — le corto Clara — yo quiero saber -—abrazándose al chico peli-azul dijo aquellas palabras.
A Iruma no le quedo de otra que simplemente asentir a lo dicho por sus mejores amigos, además él más que nadie quería contarle lo que le estaba pasando desde hace ya varios días o semanas, para él el tiempo pasaba más que rápido, las cosas que le pasaban últimamente era algo que nunca espero en su vida, él un chico que siempre busca la manera de pasar desapercibido, llego alguien a su vida quien le hace sentir muchas emociones distintas.
—Aun no se tu nombre — prenso de la nada y tenía razón Iruma no sabia el nombre del chico que se le presentaba de la nada, del chico que hablaba en su mente como si fuera de lo más normal en la vida.
—No te lo había dicho — llego a su mente aquellas palabras — mi nombre es Alice — escucho de nueva cuenta esa voz que ya le estaba empezando a encantar.
—Alice — susurro.
—Dijiste algo Iruma — hablo Lied quien escucho aquellas palabras que había dicho su amigo, estaba más que seguro que Iruma había nombrado a Alice.
—No nada — dijo — no dije nada — termino por decir mientras los tres amigos caminaban a sentarse a una de las mesas que estuvieran vacías.
El día transcurrió más rápido de lo que pensó el peli-azul, las clases estuvieron interesantes o al menos esos era lo que pensaba el chico quien a su parecer todo estaba más que interesante, por suerte para ellos sus profesores no le dejaron tanta tarea para hacer.
Al salir de la escuela, se fueron a casa de Iruma quien los había invitado a pasar el día para reponer el que perdieron por irse tras Alice, según las palabras del chico, irían a ver unas cuantas películas y comer un montón de dulces y botanas.
—¿Dónde está tu abuelo Iruma? — pregunto Lied al ir entrando a casa y notar que su abuelo no iba a recibirlo como siempre hacía.
—Creo que dijo que tenia que salir, pero no me dijo a donde — respondió el peli-azul mientras se iba adentrando más a aquella casa que parecía una mansión
—Iruma-chi — hablo Clara — hoy jugaremos mucho, dando pequeños brincos de un lado a otro, sacándole sonrisas a los dos presentes y más a cierto rubio quien la miraba con mucho más cariño.
—Si — dijo — hoy vamos a divertirnos mucho — dijo mientras tomaba las manos de ambos chicos y los dirigía escaleras arriba.
Iruma daba gracias de tener amigos como ellos dos, quienes siempre estaban para escuchar cada cosa que tenia que decir, para alentarlo y estar con él en su vida, quería mucho a sus amigos sin importar nada, los quería, así como ellos a él.
La emoción se refleja en su mirada, como un mar de emociones desbordada. El brillo en sus ojos me hace volar, hacia un mundo de felicidad sin igual.
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Lo Que Oculta La Noche | IruAzz || EDITANDO
FanfictionIruma tenia una vida tranquila y relajada hasta que aquella noche lo escucho por primera vez. Iruma no tenía ni idea que aquel ser convertiría su vida en una montaña rusa de emociones. -¿Estas seguro de ello? - una voz le preguntó. -Sólo es mi imagi...