Capítulo 38

4K 457 40
                                    

BONITO DIA A TOD@S!!!! ESPERO SE ENCUENTREN MUY BIEN. AQUI LES DEJO EL SIGUIENTE CAPITULO. ESPERO LO DISFRUTEN. NO SE OLVIDEN DE VOTAR Y COMENTAR. XOXO

El medico había acudido de forma discreta a la residencia Hastings. Tan discretamente que los invitados no lo habían notado. Ni siquiera el dueño de la casa se había enterado. Con ayuda de Olivia, había conseguido una visita por parte del medico, el cual parecía algo contrariado por el recibimiento tan poco habitual.

-Le pido una disculpa. De estar embarazada quiero darle la sorpresa a mi marido yo misma.

El hombre asintió con comprensión, relajando de manera visible su expresión cautelosa.

-Ya veo- dijo con tono aprobatorio- no se preocupe. Entiendo sus motivos. Procederemos con la revisión de rutina.

Después de que el proceso hubo acabado, el joven medico miró a Diana con una sonrisa que confirmaba sus sospechas.

-La felicito señora. Esta embarazada.

Diana miró a Olivia con una sonrisa y la chica se la devolvió con un gesto emocionado.

Después de las recomendaciones habituales, Diana se atrevió a preguntar la duda que le rondaba en la cabeza desde hacia días.

-Doctor...me preguntaba si...-dudó visiblemente incomoda.

-¿Si?-Diana permaneció en silencio unos instantes, dudando-por favor, no sienta vergüenza. En realidad me parece muy recomendable hacer preguntas al respecto. Es su primer embarazo así que no sienta miedo o incomodidad al preguntar. Estoy aquí para responder sus dudas- dijo con total profesionalismo mientras la miraba de forma atenta y tranquilizadora.

Diana asintió, tomando aire y soltándolo de golpe. Miró a Olivia con algo de vergüenza pero prosiguió.

-Me preguntaba si...¿existe un problema si quiero continuar...intimando con mi marido?

No solo lo preguntaba por los evidentes intentos de Sebastián por hacer el amor con ella sino por el creciente deseo sexual que sentía. Últimamente el más mínimo atisbo a su marido hacia que todo su cuerpo se pusiera en tensión, necesitado. No sabia si era normal pero sentía que la embargaba una sed de su contacto que tenia que aplacar lo más pronto posible.

El hombre la miró, sin ningún atisbo de sorpresa, cosa que logró calmar sus nervios un poco.

-Es muy normal sentir la necesidad de un constante contacto físico en esta etapa.

-¿De verdad?- preguntó Diana con incredulidad- para ser sincera me preocupaba que este...-carraspeo un poco-esto...fuera algo anormal.

El doctor sonrió con comprensión.

-Es perfectamente normal señora. Y le puedo asegurar que no existe ningún problema en ello. Contestando a su pregunta, puede seguir manteniendo relaciones sexuales son su marido si así lo desea- el termino tan crudo hizo que Diana diera un respingo involuntario pero el hombre no pareció darse cuenta- pero le sugiero precaución y cuidado no solo en esto sino en todos los aspectos de su día a día. No debe hacer grandes esfuerzos físicos como correr o montar a caballo. Asimismo-señaló la receta que tenia en la mano- me gustaría que siguiera las siguientes instrucciones y a su vez consumiera...

Después de una explicación más extensa, el doctor se despidió con un inclinamiento de cabeza en señal de respeto y salió de la habitación seguido por Olivia. Antes de que saliera, Diana la tomó por el brazo.

-Olivia, ni una palabra de esto a nadie por favor- le pidió con ojos suplicantes.

La chica la miró con alegría y en gesto de atrevimiento tomó de ambos manos a su señora.

La apuesta del marquésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora