Capítulo 31

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BUENAS NOCHES CHIC@S!!!! PRIMERO QUE NADA LES QUIERO DESEAR UNA MUY FELIZ NAVIDAD!!! ESPERO PASARÁN LAS FIESTAS CON SU FAMILIA RESPETANDO LA SANA DISTANCIA. QUIERO DECIRLES QUE AUNQUE SON TIEMPOS DIFICILES ENCONTRAREMOS LA FORMA DE SALIR ADELANTE JUNTOS. SEGUNDO: LES PIDO UNA DISCULPA. ESTOY CONSCIENTE DE MI AUSENCIA DESDE HALLOWEEN. TONELADAS DE TRABAJO ME HAN MANTENIDO OCUPADA TODAS ESTAS SEMANAS. TERCERO: PARA RECOMPENSARLOS POR MI AUSENCIA LES DEJO 3 CAPITULOS QUE ESPERO DISFRUTEN. ESTE ES MI REGALO DE NAVIDAD PARA TOD@S USTEDES. NO SE OLVIDEN DE COMENTAR Y VOTAR. XOXOXO


Cuando abrió lo ojos seguía siendo temprano. Quizá demasiado temprano. La habitación estaba a oscuras y el pedazo de cielo que se veía por una de las ventanas estaba prácticamente negro. No sabia en que momento se había tapado con las mantas. Solo recordaba el placer que había sentido al quedarse abrazada a Sebastián, ambos completamente desnudos encima de la cama.

Se volteo para descubrir que él estaba acostado de lado, con el rostro hacia ella, completamente dormido. O eso creía ella. No pudo evitar apoyarse en un codo y mirarlo unos instantes. Vaya que todo lo que había pasado resultaba distinto de las ideas que se habían formado en su cabeza. Y lo que su madre le había dicho no era muy acertado tampoco. Se pregunto si no había sido demasiado...participativa en el acto. A decir verdad no le importaba demasiado. Le gustaba participar, pensó con una sonrisa maliciosa. Aun cuando sentía un ligero malestar entre los muslos.

Se acercó e inclinándose sobre su marido le dio un ligero beso en la mejilla, pero casi lanza un grito cuando los brazos de este la rodearon.

-Creí que dormías.

-Lo estaba intentando- le dijo con voz soñolienta- en realidad estaba intentando decidir si despertarte o no.

-¿Ah si?- le preguntó, curiosa-¿porque?

-¿Como te sientes?- le preguntó a su vez Sebastián mientras le acariciaba una mejilla con dedos suaves como plumas.

-Muy bien- contestó con una sonrisa- no necesitas preocuparte por mi- le dio un besito en la comisura de la boca.

-Lo se.

-¿Entonces por que querías despertarme?

Sebastián se puso encima de ella con expresión traviesa pero algo tímida. Algo que le robo el aire a Diana, incapaz de separar la vista de él.

-Me preguntaba...me preguntaba si querrías descansar....o ...quizá...

-¿Quizá...?- le preguntó a su vez, fingiendo inocencia.

Su marido le lanzó una mirada penetrante. Podía ver en sus ojos que no tenia ganas de charlar y ella tampoco lo deseaba. La conversación acabo tan rápido como comenzó.

                                ***
Nadie vio a los patrones durante los siguientes tres días. La señora Wilson había encontrado muy extraño que ese periodo de encierro no hubiera tenido lugar durante los primeros días de estadía de la pareja pero talvez solo se debía al estrés por el comienzo de una nueva vida juntos, pensó con un encogimiento de hombros. Después de todo el matrimonio era un estado que no todos sobrellevaban de la mejor manera. Se había encargado de llevar comida continuamente a la habitación del marques, cuando comprobó que era ahí donde se encontraban. La habitación de la señora estaba como la había dejado hacia unos días, la cama echa y todo en perfecto orden.

En las cocinas y las áreas de servicio todos murmuraban y comentaban sobre el exilio de sus amos. Algunos se reían, otros simplemente se limitaban a escuchar y otros como Lena, en realidad solamente ella, deseaba irrumpir el encierro de manera urgente. La pelirroja ya había comentado que no era buena idea que estuvieran solos tanto tiempo, justificándose con excusas tontas. Nadie le prestó la más mínima atención, ni siquiera Jessa, que comenzaba a cansarse de la actitud voluntariosa de su sobrina.

La apuesta del marquésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora