Capitulo 41

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HOLA CHIC@S!HE VUELTO PARA PUBLICAR EL SIGUIENTE CAPITULO. PRIMERO QUE NADA ESPERO LO DISFRUTEN Y SEGUNDO LES PIDO UNA DISCULPA POR LO QUE ESTAN A PUNTO DE LEER. PERO RECUERDEN QUE SIEMPRE HAY LLUVIA ANTES DE QUE SALGA EL SOL ASI QUE ERA NECESARIO ESCRIBIR ESTA PARTE DE LA HISTORIA. ESPERO LES GUSTE Y NO SE OLVIDEN DE COMENTAR Y VOTAR. XOXO

-Muy bien, creo que esto ya fue suficiente- soltó Evelyn son decisión mientras se levantaba y daba vueltas por la estancia con desesperación.

Todos los presentes la miraron con comprensión y a la vez asombro. Emily estaba igual de inquieta pero mantenía una actitud más serena ante el problema. Diana no había salido de su habitación en una semana. Nadie sabia como se encontraba excepto Olivia, que le llevaba comida y agua caliente a su señora. Cada vez que la chica salía de la habitación, una horda de preguntas la bombardeaban de manera implacable, principalmente por parte de las hermanas Fairchild. Michael y James permanecían callados, sin saber muy bien que decir o hacer. Sebastián pasaba casi todo su tiempo encerrado en su despacho, ahuyentando a todo el que hiciera el más mínimo intento por entrar. A veces se escuchaban sollozos, a veces simplemente gruñidos y otras veces se escuchaba el romper del cristal. Una de las criadas había intentado entrar para hacer la limpieza habitual y había salido horrorizada ante el destrozo general de la habitación. Nadie sabia que había pasado pero a juzgar por la actitud de la pareja, era algo muy serio.

-Tienes razón- contestó Michael a su vez, levantándose. Esto provoco que tanto Emily como James se pusieran de pie a su vez, con expresiones preocupadas- debo hablar con Sebastián.

-Y yo lo hare con Diana- le respondió su mujer con seguridad, levantando la barbilla en gesto desafiante. Era la mayor de las tres y no permitiría que su hermana pasara por encima de ella. Debian hablar. Ahora.

-Yo entrare contigo- dijo Emily.

-No. No lo harás. Por favor, no quiero sofocarla- contestó Evelyn en tono de suplica- no quiero que sienta que la estamos acorralando.

Emily asintió, retrocediendo un paso y con la cabeza baja. Sin previo aviso James le paso un brazo por el hombro en gesto de consuelo.

-No te preocupes por favor- le dijo con comprensión- salgamos un momento al jardín. Creo que un paseo puede aliviar un poco de la tensión- miró a todos, buscando aprobación.

Michael asintió al igual que Evelyn.

-¿Estas segura que no me necesitas?- le preguntó Emily a su hermana.

Evelyn asintió.

Cuando la pareja se había alegado, Michael miró a su esposa con una preocupación que se había esforzado mucho en ocultar para que la pequeña Em no se angustiara más. Tomo a Evelyn entre sus brazos.

-¿Que vamos a hacer?

Evelyn soltó un largo suspiro.

-No lo se-negó con la cabeza-esto no es normal. Todo se veía tan perfecto. Tan increíblemente perfecto. Ellos irradiaban felicidad, amor...

-Lo se. Quizá solo fue una pelea marital...

-No. Esto es distinto. Esto es grave. Diana no ha salido desde hace días. Por lo que me dijo Olivia, se niega a comer y cuando lo hace ni siquiera puede retener la comida. También me ha dicho que por las noches cuando entra para revisar que ella se encuentre bien, la encuentra acostada pero despierta. Es como si estuviera...conmocionada. Ni siquiera le habla. Simplemente se limita a mirar a la nada...-Evelyn se quedo pensando con los ojos llorosos hasta que levanto la mirada hacia su marido-¿Sabes como esta Sebastián?

-No. Sé que no sale de su despacho hasta la madrugada cuando no hay nadie rondando por los pasillos. No parece comer o dormir más que Diana y la criada que entro comentó que la habitación esta repleta de escombros y cosas rotas.

La apuesta del marquésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora