HOLA CHIC@S!!!! ESPERO TODOS SE ENCUENTREN EXCELENTE. ESPERO Y DISFRUTEN ESTE CAPITULO Y POR FAVOR NO SE ENOJEN CONMIGO XD. RECUERDEN QUE DESPUES DE LA TORMENTA SIEMPRE SALE EL SOL, BUENO, TALVEZ NO SIEMPRE, DEBERAN AVERIGUARLO. ESPERO LES GUSTE Y NO SE OLVIDEN DE COMENTAR Y VOTAR. XOXO
-Disculpa...-no sabia que decir-yo no...no estaba...
-¿Buscándome?- le pregunto Michael con sorna- me preocuparía que te refirieras a mi como "querida"- hizo énfasis en la palabra y arrugo la nariz, contrariado.
Diana no pudo evitar soltar una risita.
-Tienes razón- soltó con expresión cansada- lo que sucede es que buscaba a Emily.
Michael pareció pensarlo por unos instantes.
-Tiene sentido. La pequeña es una ávida lectora.
Diana ladeo al cabeza.
-¿La pequeña?
Michael rio. No había dicho aquello de manera consciente.
-Lo siento. Es solo que veo a Emily como una hermana pequeña. A decir verdad me hubiera gustado tener hermanas y hermanos.
Continuaron hablando de aquello, sin estar conscientes de que alguien había escuchado voces en la biblioteca y se había acercado sin intención de escuchar a escondidas pero sin poder evitarlo después de identificar de quienes eran aquellas voces.
-¿Sabes?- Michael se acercó a Diana- a ti también te veo como una hermana.
Diana pareció sorprendida gratamente por aquel comentario.
-¿De verdad?
-Si-se encogió de hombros- gracias a Eve conseguí una segunda familia. Después de todo, antes de mi matrimonio lo único que tenia era a mi madre. Y a mis amigos, por supuesto.
-Me parece increíble como funciona el destino.
Michael la miro, evaluándola.
-¿A que te refieres?
-No tenia pensando decir esto pero ahora que sacaste el tema de la hermandad creo que puedo decirlo libremente y no quedar como una completa tonta- soltó un pequeño resoplido, mitad risa mitad fastidio.
-No pareces muy contenta de confesar lo que sea que tengas que decir- soltó Michael con sarcasmo.
-No lo estoy. Usualmente no soy tan expresiva. Por lo menos no cuando se trata de sentimientos profundos.
-Yo no te veo de esa forma. Creo que eres vivaz y alegre y siempre dices lo que piensas.
-No siempre. Por lo menos no con las personas que realmente me importan.
La persona parada detrás de la puerta entreabierta contuvo el aliento. Aquello se acercaba peligrosamente a sus peores pesadillas. Se había intentado convencer de que esto no pasaría.
-Muy bien, ¿Qué tienes que decir?
El silencio se alargó. Sebastián no pudo evitarlo. Se asomó viendo a las dos figuras de pie, mirándose. Él miraba a Diana y ella miraba a Michael. Y Michael la miraba a ella.
-Yo...solo...-dudo por un instante pero después de mirar a Michael sonrió y decidió que ese era el momento- Yo te quiero.
Eso fue demasiado. Demasiado para soportarlo. Retrocedió, la imagen de ambos desapareció y una completa obscuridad se apodero de él, haciendo que se alejara, desesperado, a ciegas mientras daba trompicones por el pasillo.
Michael miró a Diana, con una preocupación evidente. Diana lo miró, sabiendo que estaba pensando él. Diana soltó una carcajada, confundiendo aun más a su cuñado.
ESTÁS LEYENDO
La apuesta del marqués
RomanceDespués de una decepción amorosa, la atrevida y decidida Diana Fairchild decide entregarse a las diversiones que la sociedad londinense le puede ofrecer. Después de todo, no todos los días el hombre que amas se casa con tu propia hermana. La joven d...