Rivales - 2Kim

Capítulo 3

-Te digo que no la encuentro -repitió por cuarta vez Yuri, revolviendo su mochila.

Había pasado un mes, fue muy largo y repleto de trabajos. Chaewon se sentía agotada, también gastaba sus energías fastidiando a Kim Minju y su pequeña pandilla. Al menos sabía que la altota se llamaba Chaeyoung, Chaeryeong o algo así. De la pelinegro más o menos.

Estaban en clase de arte y fotografía, Yuri decía no encontrar su diario en ninguna
parte. Chaewon sabia lo importante que era para ella esa libreta azul, allí estaban todos los secretos y pensamientos de su mejor amiga.

-Intenta recordar... -comenzó a decirle Chaewon, pero su mejor amiga alterada era imposible.

-¿Recordar? ¡Llevo toda la bendita hora intentando recordar, Chaewon! -exclamó, con sus ojos chocolate enojados.

Uy, me ha llamado por el nombre, está muy cabreada, la pelirroja lamentó. Nunca era buena señal cuando Yuri la llamaba por su nombre.

-Tal vez en el pasillo, frente al laboratorio de Biología -dijo, recordando haber pasado por allí. En ese momento Yuri tenía la libreta entre sus manos.

-¡Buena idea! -dijo, para después ir a donde el profesor.

Al rato vio a su mejor amiga escabulléndose por la salida y echando a correr en el pasillo; debía de estar aterrada de que alguien pudiera leerlo. Incluso la misma Chaewon nunca había tenido el placer de contemplar así sea las primeras páginas, era algo que solo Yuri podía leer.

Estaba concentrada en su lienzo, aunque a ella no le gustaba para nada pintar, no era tan mala. Bueno, como Yuri no.

Al lado de ella estaba el trabajo de la castaña y era (parecían más rayones y garabatos) un desastre artístico. Chaewon prefería otro tipo de arte, un método en el que lograra plasmar una imagen durante décadas y a la perfección, no una pobre imitación de lo que era la pintura y el dibujo.

Kim Minju y su amiga, Chaeyeon Chaeyoung alta Lee. ¿Era así, ¿verdad? Bueno, ellas estaban unos puestos más adelante pintando una cesta de frutas.

Chaewon estaba frustrada, veía a la castaña, pero esta al parecer no tenía ni idea de la presencia de la pelirroja en la clase; debía hacer algo al respecto.

-¡Oye, Lee! ¿Esa es tu cara? -gritó la pelirroja, señalando la pintura amorfa de la teñida.

Varios rieron un poco mientras la teñida refunfuñaba y le mostraba el dedo medio. En el
momento en que el profesor volteó, Chaewon se encendió. Tomaría venganza apenas
saliera del salón, pero veía el lado positivo: Minju ahora parecía ser completamente
consciente de que Chaewon estaba tras ella. Sus ojos se encontraron unos segundos antes de que Minju apartara la vista rápidamente viendo su lienzo. Me tiene miedo, pues claro, le hago la vida imposible, se felicitó internamente, era mejor que esa tonta niña le tuviera miedo a que fueran amigas.

Después, al escuchar la campana, fue por el pasillo; frente a su casillero guardando con brusquedad sus cuadernos estaba Yuri.

-Oye, ¿qué sucedió? -dijo divertida el ver la clara irritación de la castaña, apretaba los labios y sus mejillas encendidas de la ira lo rectificaban.

-Choi, la fenómeno, eso me pasa -cerró la puerta del casillero de un golpe.

Chaewon arqueó una ceja, nunca había visto a Yuri tan enojada y menos por una persona sin importancia.

-¿La rarita, verdad? -Yuri la fulminó con los ojos y ella alzó las manos riendo-. Venga, ¿qué te hizo?

-Ella tenía mi diario, Chaewon -frotó su frente mientras cerraba los ojos. Chaewon de inmediato se puso en guardia.