Capítulo 14

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Chaewon estaba, en cierta forma, extraña. O tal vez desconcertada. Lo sueños con Minju no mejoraban ni un poco; mejor dicho, cada vez parecían empeorar. El de ayer fue... intenso; no fue algo vulgar, muy lejos de eso. Fue intenso de otra forma, estaba logrando que Chaewon conociera una parte de ella misma que no quería descubrir.

Minju y ella estaban en el parque de los árboles, normal; las dos recostadas sobre las flores viendo el cielo, eso era un poco extraño; con sus manos entrelazadas, allí fue cuando las cosas se fueron de cabeza; la pelirroja después se le quedó viendo mientras se acercaba, a sus labios, ¿entienden? ¿Quería besarla? Kim Chaewon quería besar a la rarita de Kim Minju.

No tenía sentido, ese sueño estaba fuera de lugar, y lo peor fue que al despertar ni siquiera se habían besado. Tipo: ¡¿Para qué mierda tienes un sueño extraño si ni siquiera terminas besándola?! Todo mal haces, Kim Chaewon, hasta en tus sueños. Después estuvo media hora mirando al techo aún más desconcertada por la decepción que sintió al no besar a la castaña en sus sueños. Cada vez estaba peor, era muy obvio.

Quería hablar respecto al tema con Yuri, pero tenía miedo a que pensara que era una... anormal. Digo, Chaewon no era homofóbica ni nada parecido, pero nunca se había planteado la opción de estar interesada en una chica... románticamente. No, no. Nada de “románticamente". El amor no existe. Puede que solo tenga ¿atracción física? Fuera lo que fuera, el caso es que lo estaba sintiendo por una mujer, era atracción, porque amor no era. Nunca en la vida. Y no sabía qué pensaba su mejor amiga al respecto; puede que quedara asqueada. ¿Ella era gay o bisexual? Esperaba que la segunda, así podría fingir que solo le gustaban los hombres. Pero no estaba muy segura cómo se pondría su madre si se enterara de esto.

Igual, a ella no le importaría mucho. Y su padre estaba muy ocupado pretendiendo que
no tenía una hija como para importarle. Mejor salgo a dar un paseo y me aclaro, se dijo
a sí misma. Como siempre, decidió que arreglarse no era una opción, quería ir a un lugar para estar sola y pensar, así que no tendría que lucir bonita. Una sudadera y unos vaqueros ajustados, aquella era todo su guardarropa con su cámara colgando del cuello. Se peinó el cabello primero con el cepillo y después con los dedos, para darle un aspecto más atractivo. Trucos de belleza.

—¡Mamá, voy a salir! —gritó y apenas sí escuchó un gruñido de respuesta—. ¡Lo tomaré como un sí!

Al estar fuera al viento frío era agradable, aún era sentar y si llegaba a un lugar alto podría tomar fotos del atardecer. Chaewon creía estar enloqueciendo, pero cada día era un atardecer diferente, repleto de nuevos colores y formas en las nubes queriendo ser
descubiertas. Era casi mágico.

—A la carga —dijo, mirando a su alrededor; nadie estaba en la calle.

Como otras veces, Chaewon comenzó a trepar por unas enredaderas para subir a su
techo. Estaba a medio camino, a la altura de la ventana de su habitación, utilizando el alféizar como apoyo.

¿Qué estaría haciendo Minju?, esa fue la duda que la atacó. Sintió una necesidad de voltear a ver hacia la casa de la castaña. Allí, con la ventana abierta, observando fijamente a la pelirroja, estaba Kim Minju, que se sonrojó al ser descubierta. Fue un poco más sorpresivo para Chaewon, ella sintió su corazón saltar hasta su garganta y perdió el equilibrio. Se intentó agarrar a una de las enredaderas, pero su pie resbaló; ella comenzó a caer.

—¡Chaewon! —debía ser la voz de una angustiada Minju.

La pelirroja, lo primero que pensó fue en su cámara; la sostuvo fuertemente contra su
pecho. Por suerte, aterrizó en los arbustos al lado de su casa, sintió como las ramas le pinchaban la espalda, pero al menos nada grave. Estaba apretando los párpados y sentía un molesto dolor en los brazos; las ramas le estaban causando dolor.

Rivales - 2KimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora