Capítulo Extra (YulYen)

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Ojos marrones; sus sueños siempre estaban repletos de ellos, la risa de Yena y ella tomando su mano.

-Hamyul... -escuchaba una voz, pero la pelinaranja la ignoraba, el sueño estaba muy agradable.

Yena le daba un beso, Yuri sentía como si estuviera flotando y un hormigueo hasta en los pies. Sus labios eran cálidos y sus lenguas se encontraban, enviándole choques eléctricos.

-Hamyul.

¿Qué haría ahora? Después la rubia se apartaba, la pelinaranja la veía como tonta antes de que Yena le mirara inexpresiva. Se estaba burlando de ella, todo por lo que seguro le había hecho en la cafetería. Yena se alejó de ella, la pelinaranja la veía retroceder, las dos sin dejar de verse, Yuri mirándola como si todo lo que entendiera sobre el amor que nunca ha sentido por Hyunjin fuera la rubia. Pero siempre se
arruinaba, sentía un vacío al verla irse por el pasillo dejándola sola, mezclándose entre el mar de personas, quedando Yuri completamente sola.

-¡HAMYUL! -la pelinaranja abrió los ojos asustada, intentando ubicarse.

Estaba en su cama, envuelta en miles de mantas y por esa razón sudaba tanto. Qué horror. ¿Quién había gritado?

-Ya despertaste -volteó el rostro y allí estaba su dulce hermanita, arrodillada junto a la cama, viéndola.

-No me grites en la oreja, enana -sonrió mientras abría sus brazos para que la pequeña
castaña se lanzará sobre ella.

-Le diré a mamá -hizo un puchero, pero a pesar de todo se deslizó a los brazos de su
hermana.

Estuvieron unos segundos mirando al techo tranquilamente. Yuri intentaba calmar los latidos acelerados de su corazón. Siempre despertaba sonriendo como tonta al soñar con Yena, pero desde hace unos días que sentía un gran temor, el temor de no ser correspondida por la rubia.

-¿Estás bien, Hamyul? -la niña jugaba con los cabellos en la frente de Yuri, la mayor sonrió.

-Claro, Wonyo. ¿Por qué? -apretó su naricita con el dedo, Wonyoung le sacó la lengua.

-Parecías muy triste, al despertar -dijo muy bajito, como si fuera algo incorrecto.

Yuri sonrió, su hermanita podía ser muy suspicaz.

-Pero ahora estoy feliz, enana -la pequeña comenzó a reír y fue suficiente para subirle el ánimo a Yuri-. Ahora, vamos a comer, que más tarde tenemos que buscar a la exiliada.

Wonyoung abrió sus ojos brillantes, mientras saltaba en la cama, emocionada.

-¡Vamos a buscar a Yoojung! -de un salto aterrizó sobre sus piecitos mientras llevaba Yuri de la mano-. ¡Hamyul, apúrate! Si comemos más rápido podemos ir a buscar a Yoojung antes.

La niña tenía un punto. Yuri negó con la cabeza, riendo mientras se inclinaba para darle un beso en la frente a su hermanita.

-Primero tengo que hacer algunas cosas, enana. Ve bajando tú -le dio un empujón cariñoso por la espalda y la niña asintió riendo mientras bajaba.

Yuri intentó hacerlo todo rápido, también estaba ansiosa. Ya llevaba casi tres semanas de vacaciones y al fin su hermana mayor vendría a la casa. Se enjuagó el rostro, cambió su pijama por una falda y una blusa de seda antes de maquillarse
ligeramente y colocar un lazo en su cabello.

Yuri siempre se preguntaba, pero nunca se había atrevido a hacerlo en voz alta, si a Yena le gustaban sus lazos. Ella antes pensaba que eran muy infantiles pero Chaewon le decía que tenía que sentirse cómoda con ella misma y Yuri se sentía cómoda
con lazos, siempre fue así, así de simple.

Rivales - 2KimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora