Durante el resto del día, Chaewon y las chicas no dejaron de burlarse de la actitud enamoradiza de su mejor amiga. Yuri simplemente las ignoraba y evitaba estar a solas con Yena, pero todos notaban sus mejillas sonrojadas y la sonrisa tonta en
sus labios. La pelirroja sentía alegría por su amiga, la situación del momento logró hacerle olvidar sus verdaderos problemas, pero no podría huir para siempre de ellos.
Después del entrenamiento de animadoras aquella tarde, terminó saliendo de los vestuarios cuando el cielo adquiría un tono rojizo y por suerte Yuri tuvo piedad de ella y la dejó frente a su casa. No esperaba la desagradable sorpresa que encontró en la sala, al dejar las llaves y llamar a su madre, pensando disculparse por su comportamiento anterior.
-¿Qué te he dicho sobre volver? -dijo con voz venenosa, soltando su cartera sobre el suelo con un ruido seco.
Jiyun, al igual que ayer, llevaba un traje formal, su cabello ahora perfectamente peinado hacia atrás y una sonrisa de comercial.
-Chaewon, al fin llegas -habló lentamente, como si quisiera evitar algún ataque verbal por parte de su hija.
Raheen sonreía tensamente desde el sofá, saludando a la chica con un gesto de manos.
-Hija, tu padre ha...
-¿En serio, lo volviste a dejar entrar? -alzó las cejas, mirándola como si acabara de patear a un perrito.
-Chae, él quiere...
-No puedo entenderte, mamá. ¿Ya lo perdonaste, es eso? -insistió, acercándose lentamente a la mujer sentada en el sofá, ignorando por completo a su padre.
-Chaewon, él quiere hablar contigo. ¿No podrías darle una oportunidad? -pidió, sujetando las manos de su hija y con los ojos llorosos.
Chaewon apretó los labios, no pudiendo soportar ver a su madre mirarla de aquella forma.
-Pero, mamá... no puedo, él nos lastimó -susurró, para que solamente la mujer pudiera escucharla, acuclillándose frente a ella.
-Por favor, hija. Hazlo por mí -sonrío, aún con lágrimas en los ojos, dando un apretón en las manos de la chica.
Chaewon la miró fijamente, preguntándose si sería la elección correcta. Recordó que ella quería respuestas, necesitaba saber por qué Jiyun se había marchado como si nada y ahora volvía. Tal vez sí debería...
-De acuerdo -afirmó, dándole una mirada de reojo a su padre que sonrío educadamente-. Volveré más tarde, lo prometo. Te amo -sonrío, mientras sentía cómo Raheen besaba sus manos y le agradecía.
-¿Tienes hambre? Planeaba llevarte a cenar, hija -Jiyun ofreció, mientras salían de la casa y caminaban hacia el automóvil de último modelo, estacionado en la acera.
-Quiero que estés claro en una cosa, Jiyun -advirtió, mientras ella misma abría la puerta, rechazando el gesto de su padre y cerrando bruscamente.
Jiyun dio la vuelta y entró en el asiento del piloto, abrochándose el cinturón. Dio una mirada reprochadora a su hija, sus ojos miel tan fríos como los de Chaewon en estos momentos.
-Soy tu padre, Chaewon. Me debes respeto -enfatizó la última palabra.
La pelirroja resopló, cruzándose de brazos y recostándose en el asiento.
-Cuando comiences a actuar al igual que uno, veremos -declaró y después comenzó a hablar mirando al frente-. Quería aclarar: solamente estoy aquí contigo por mamá, tenlo en cuenta.
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Rivales - 2Kim
Teen FictionKim Chaewon tiene que comenzar la secundaria junto a su mejor amiga, Jo Yuri, después del divorcio de sus padres que supuso una etapa difícil en su vida. Ella no creía en el amor, hasta que conoció a Kim Minju. La mejor forma de huir de sus sentimi...