Capítulo 22 (1/2)

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Hoy era el último día de clases, al fin. Chaewon necesitaba un descanso, unos dos hermosos meses libres y al fin llegarían.

Quería alejarse todo lo posible de Minju. La chica con la cual había dado su primer beso, la misma chica que la atormentaba todas las horas.

¿Qué había hecho desde ese día en el campamento? Hacerle la vida imposible a Minju. La pelirosa no entendía por qué Chaewon estaba tan molesta. No la culpo, ni la pelirroja sabia. No le gustaba pensar en su beso, le hacía sentir cosas que no le parecían correctas.

En clases estaba mirando al pizarrón, normal; Minju se situaba al frente para responder una pregunta, todo bien allí o eso pensaba hasta que la pelirosa comenzaba a hablar.

Su voz era hipnotizante y Minju era sumamente tímida, hablaba un poco lento y le daba el tiempo suficiente a Chaewon para observar sus labios. Los veía como tonta, recordando cuando la besó mientras estaba dormida; después veía sus ojos cafés que justamente estaban observándola y apartaba el rostro bruscamente sonrojado.

Aquello en verdad no podía estar sucediéndole a ella.

Y luego estaba Yuri. Jesus, la iba a volver loca. La pelirroja siempre veía a su mejor amiga perseguir «discretamente» a la rubia. Si Choi estaba en la pizzería, ellas debían ir allí; la rubia quería estar en el campo, casualmente ellas tenían que ir a entrenar al equipo; si Choi quería ir al baño, adivinen quiénes tendrían que ir a interrumpirla para molestarla, ¡por supuesto que ellas!

Y también estaba el pequeño detalle que Yuri parecía celosa de ella. ¿Por qué? Por la mayor tontería del mundo.

-Yuri, deja de una vez a Choi en paz -la pelirroja suplicaba.

Estaban en el pasillo. Yuri bufó y la atravesó con los ojos.

-Claro, lo dices porque tú sí pudiste besar a Minju -y apenas esas palabras eran pronunciadas, Chaewon se sonrojaba.

-¡Es absurdo que te enojes por eso! -le reclamaba todo el tiempo pero Yuri era muy cabezota.

Al parecer la pelinaranja objetaba que era injusto que Chaewon le hubiera dado un beso a Minju y la imbécil de Choi no se atrevió a besarla.

-No es mi culpa que la rarita no tenga agallas -se cruzó de brazos.

Yuri guardaba su diario en su cartera.

-Yo nunca mencioné a Yena -hizo una mueca.

-¿Ah, no? Si es obvio que estas molesta porque no te besó aquella noche. No me engañas, Jo. Incluso puedo decir que ya escribiste sobre eso en tu diario, ¿cierto? -se burló y río al ver el rostro colorado de Yuri.

-¡T-tú, no estoy molesta por eso! -reclamó y la pelirroja chistó con gracia.

-Ajá -levantó los brazos, fingiendo que tenía un cuaderno y estaba escribiendo-: «Querido diario, ¿por qué la fenómeno no me besó? Yo que soy tan hermosa, ella debería estar desesperada por besarme, ¿no crees?» -dijo, utilizando un tono de timbre más agudo, similar a la voz de su amiga.

Aquello era una completa mentira, y las dos lo sabían, pero aun así el rostro de Yuri adquirió un tono rojizo mientras se daba la vuelta furiosa y se iba.

-¡Qué te jodan, Kim! -la pelinaranja le gritó mientras iba seguramente a la cafetería.

-¡Sabes que es cierto! -Chaewon quería reírse y aún más al ver a su amiga pintándole la paloma aún dándole la espalda, hasta que desapareció por un pasillo.

La pelirroja se recostó de los casilleros, debatiendo si seguir a Yuri o no. En parte no quería, ya que seguro vería a Minju, y por el otro lado, quería seguir fastidiando a su mejor amiga. ¿Qué haría ahora? Pero la respuesta llegó sola, o mejor dicho, fue el chico quien la hizo decidir.

Rivales - 2KimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora