Rivales - 2Kim

Capítulo 18

Había pasado un mes entero desde la última vez que Chaewon y Minju hablaron directamente, por así decirlo, el resto de esos días las dos habían comenzado a evitarse mutuamente. Ahora no solo era la castaña. Chaewon se sentía amenazada, ya que cada día sus sentimientos por Minju evolucionaban más y prefería huir de ellos a enfrentarlo. Últimamente Yuri intentaba olvidar a Yena; a la pelirroja
le parecía perfecto, el único problema era que la pelinaranja insistía en estar todo el día
chupándole la boca a Hyunjin en lugares donde casualmente estaba Yena... era obvio cuáles eran sus verdaderas razones y la pelirroja siempre le reñía por eso a pesar de que Yuri lo negara.

—¡Solo lo haces para darle celos! —le había dicho un día.

Yuri se revolvió el cabello frustrada antes de dar un pisotón y negarlo.

—¡Claro que no! En todo caso, ¿por qué tendría que estar ella celosa? —Yuri tenía un punto.

Chaewon estaba harta de la misma historia de siempre y se le escapó de los labios algo que lamentó al instante:

—¡Por favor! ¡¿Acaso no ves cómo te mira?! —se arrepintió al haberlo dicho.

Las dos se quedaron calladas, con las palabras flotando en al aire. La forma en que la miraba Yena, Yuri no era muy consciente de ello, pero para la pelirroja ya era muy claro. La rubia podía pasarse horas mirando a la pelinaranja embobada y Yuri nunca se daría cuenta. El problema era que Chaewon no quería que Yuri supiera, ya que
entonces estaría aún más confundida y no podría superar la «Etapa Choi». Pero ahora lo había soltado.

—¿Cómo... cómo me mira ella? —Yuri casi susurró con un rubor presente en sus mejillas.

Chaewon estaba nerviosa.

Piensa algo, Kim, no puedes decirle que posiblemente la rarita babeaba por ella. No iba de acuerdo al plan. Chaewon no sabía qué hacer. Observó los ojos esperanzados de Yuri y no podría mentirle otra vez a ella. Suspiró. Tal vez podría decir la verdad un poco más sutil.

—Ella, la rarita, hay veces en la que te observa más de la cuenta. Yo, Mmm, no creo que le caigas taaan mal —rogó para que su amiga se conformara con la respuesta.

Yuri pestañeó repetidamente; frunció el ceño.

—¿Qué quieres decir?

—Puede que te vea como una potencial rival pero no te odia  como tú piensas. —Vamos, Jo, deja de preguntar.

Pero casi maldijo en voz alta al ver como una sonrisa alegre se formaba en los labios de la pelinaranja, ahora parecía incluso juguetona.

—¡Ah, bien! De todas formas, no me interesa si me odia o no, mejor así —pero a la pelirroja no la engañaba.

Yuri sonreía como si se acabara de ganar la lotería.

Muy bien, Chaewon, un gran trabajo. Puede que ahora piense que tiene oportunidad, se regañó. Pero después de todo, puede que tenga, tal vez, Choi guste de ella... Decía su subconsciente, pero ella la acalló de un golpe. No, no, nada de eso. Aún somos muy jóvenes para eso. Además, el amor no existe y ¡son unas nerds! Yuri no podría estar con Choi... ¿verdad?

—¿Chaewon? —Yuri ladeaba la cabeza, observando a su amiga perdida en sus ensañamientos.

—¿Eh? ¿Sí? —le miró con disculpa y Yuri negó con la cabeza sonriendo.

—Nada, estabas ida. A veces me pregunto a dónde iras mientras te quedas pensando. ¿En algo... o en alguien, tal vez? —alzó una ceja con picardía y la pelirroja se ruborizó.