New Order: Bizarre Love Triangle - Parte 2

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[Khalan - Siam]

Las cadenas tintineaban con el movimiento del remo sobre las turbias aguas del pantano. Los mosquitos acechaban su jugosa sangre, esperando el momento en que se descuide y puedan robársela y de paso, contagiarle paludismo u otra enfermedad que los haga retorcerse hasta morir.

El único que tenía una protección era el amo Krugg, quien se encontraba muy cómodo en la pequeña embarcación que Khalan llevaba con la fuerza de sus brazos. Remando sin cesar, encadenado a los mismos para evitar que se escape, aunque en el lugar que se encontraban, tocar el agua era la muerte, pues los insectos podían entrar en su piel y carcomer la carne hasta dejar los huesos tan limpios como una estatua de mármol europeo.

—Apura, Khalan. El banquete está por empezar y no quiero llegar tarde.

—Sí, amo —Khalan siguió remando. El amo Krugg le ordenó ir por el pantano ya que era el camino más corto hacia el palacio del rey.

Estaba oscuro, pero el zumbido de los mosquitos mantenía en alerta a Khalan. Por su parte, Krugg se mantenía muy cómodo bebiendo un zumo de coco en su vasija de oro. Un regalo del rey por sus servicios. Aunque también le dio 20 esclavos más, entre ellos a Khalan.

Veían el fulgor de las antorchas que iluminaban el enorme palacio del rey. Aún entre los árboles y ramas húmedas y negras, el brillo era notorio. A Khalan le gustaba ir al palacio ya que era la única vez que podía darse el gusto de comer mientras que su amo estaba ebrio. Era el único lugar donde los azotes y golpes eran mínimos.

Las cadenas tintineando lo regresaron a su situación actual. Si tan solo pudiera sacarse las cadenas, podría nadar. No le importaba si los gusanos le comían sus piernas; cualquier cosa era mejor que estar encadenado a un hombre cruel como Krugg.

Su vista se posó en un movimiento extraño en el agua. De pronto, una parte se volvió más oscura de lo usual y se movía. Khalan supo que se trataba de una criatura. No era un pez, sino algo mucho peor. Acomodó sus piernas para poder ver mejor al cocodrilo que nadaba por debajo de la balsa. 

Tan solo la cola medía la mitad de la pequeña balsa. Era una oportunidad para deshacerse de Krugg, aunque eso implique que también se lo devore. Pero eso no importaba, ya que finalmente sería libre: vivo o muerto.

—Amo Krugg —vaciló un momento. ¿Qué acción haría ahora para que el cocodrilo lo devore?

—¿Qué? ¡Dilo, animal!

—Tenga cuidado de no poner los pies en el agua, creo que vi a un cocodrilo.

El señor Krugg estalló en carcajadas que hacían rebotar su papada como gelatina.

—¡Idiota! El mismo rey mandó a sacar a todos los cocodrilos del agua. Ahora son sus mascotas o comida, lo que haga con esos animales me tiene sin cuidado.

Krugg sacó su pierna fuera de la balsa mientras se reía, burlándose del intelecto de Khalan.

Rápidamente, las fauces del gran cocodrilo negro se abrieron y atraparon la pierna de Krugg. Este golpeó al animal con látigo, pero eso apuró al cocodrilo a hacer giros alrededor de la pierna, haciendo que sus puntiagudos dientes rasguen la carne de Krugg.

—¡Aaahhh! —trató de jalar su extremidad, pero eso era una afrenta al animal que se apoyó en la balsa, inclinándola hacia el agua. El cocodrilo dio un tumbo y la balsa se partió en dos.

JoJo's Bizarre Adventure: Eternal StoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora