Bitter Sweet Symphony - Parte 5

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[45 minutos antes del reencuentro de JoJo y Dio]

Sergi repasó con la mirada los puntos donde podía descansar hasta que sea el momento para ayudar a los demás. Hasta ahora no entendía muy bien sobre los stands ni del Gran Maestro, pero como le prometieron barriles de cerveza al acabar la travesía, aceptó sin reparo.

Al ver un pequeño asiento de madera, se dispuso a sentarse sobre el objeto, apoyando su espalda sobre la pared y tomando aire.

—¿Qué crees que hacés? —dijo un panadero, quien era dueño de la panadería donde Sergi estaba sentado.

—¿Eh? —masculló enojado.

—¡Quitáte de mi panadería, pelotudo!

—Ay, ya, ya. —Sergi se puso de pie y caminó unos metros hasta llegar cerca de una florería que tenía una mesa repleta de girasoles y peonías en la entrada.

Se inclinó sobre un girasol y lo olió. Pensó que olería agradable, pero la flor tenía un aroma parecido al de la carne.

—¿Pero qué mierda? —reclamó.

—Son flores especiales —dijo el responsable de la tienda—. Me tomó muchos años cultivar este tipo de flores especiales —dijo en un tono de apatía y orgullo a la vez.

—¿Quién querría comprar algo así? —preguntó Sergi en tono de burla.

—No muchas personas, pero me ha servido para profundizar mis conocimientos en la naturaleza humana.

Sergi miró con extrañeza al hombre de cabello blanco. Este tomó un girasol y partió un pétalo.

—Así como una planta recibe agua y luz para crecer, los humanos reciben diversas sensaciones y estímulos que modelan su personalidad. Es ahí donde yo me pregunté, ¿qué hacer para cambiar a una persona? Tales investigaciones me podrían llevar años, por lo que fue en las plantas que encontré la clave para resolver mis dudas.

Aplastó al pétalo con la palma de su mano y, al abrirlo, mostró a Sergi el pétalo hecho polvo.

—¿Cómo hizo eso? —preguntó Sergi sorprendido al ver los restos amarillos del pétalo muy parecidos a reducidos escombros de piedra.

—Cada planta fue cultivada en zonas distintas a las plantas convencionales. Y cada una recibió un estímulo diferente. Después de unos meses, los resultados son obvios.

Cogió una pequeña peonía, puso su dedo sobre la flor y la aplastó ligeramente, mostrando que esta tenía una anormal superficie acuosa y delicada.

—Me parece sorprendente.

—Lo sé —dejó la planta sobre el estante.

—Sí, pero no tengo tiempo para eso ya que eeehhh... tengo cosas que hacer —dijo Sergi nerviosamente.

—¿No quieres ver más de mis preciadas plantas, mi querido Sergi?

—¿Qué? —volteó su rostro para ver al hombre de la florería, pero este no se encontraba.

Unos manos se deslizaron por su pecho, llegando hasta al abdomen y un aliento fresco pasó cerca de su oreja.

JoJo's Bizarre Adventure: Eternal StoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora