El discurso - Parte 2

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—Entonces, ¿nos vestiremos como tus soldados? —dijo Miranda.

—Sí, de esa manera pasarán desapercibidos.

JoJo veía el uniforme, pensando en si le quedará.

—Es de tu talla, JoJo. No creas que eres el único de tu tamaño —dijo Dio, absolviendo todas las dudas que tenía.

—Como tú —respondió JoJo.

—Antes de vestirnos, quiero que me digas la razón por la que ellos me siguen. Sospecho que sabes quien soy, ¿verdad? —increpó Miranda.

Dio la miró de soslayo. Con una mirada tenue y fría.

—Tú —la señaló con el dedo— eres muy importante para ellos, Miranda Lafourcade. ¿Sabes por qué? Porque quieren sacrificarte a un objeto que llaman la Piedra Eterna.

—¿Piedra Eterna? —preguntó JoJo. Algo en el fondo de él resonó, sintiendo que no era la primera vez que escuchaba esa palabra.

Dio continuó:

—A los miembros de mi rango nos tienen poco informados acerca de ese artefacto, pero si lo protegen con tanto celo, es que debe guardar un poder inimaginable, ¿no creen?

—¿Y tú quieres ese poder para ti, verdad?

Miranda y Dio se miraron fríamente. JoJo meditaba por su lado acerca de la palabra. En su interior, una voz hacia eco como si miles de murciélagos volaran.

—Tengan en cuenta esto. Si me ayudan a eliminar a la Sociedad y al Gran Maestro, tomaré el poder de este país y los dejaré irse lejos de aquí. No trataré de eliminarlos, ¿entendido? —dijo Dio, con una voz fría y explicativa.

Miranda se acomodó en su asiento justo cuando el carruaje decidió parar.

—Ah... Ya llegó el otro —dijo Dio, abriendo la puerta. Afuera, dos de sus hombres metieron una enorme bolsa de tela.

—¿Qué es esto? —preguntó JoJo, volviendo en sí.

—Nuestra tercera pieza en este juego —dijo Dio sacando un cuchillo de su bolsillo y abriendo la parte superior de la bolsa.

—¡Illya! —exclamó JoJo.

Dio cortó la mordaza que tenía el criminal y abrió toda la bolsa.

—J-JoJo, es un gusto verte —dijo Illya, con la frente sudorosa.

—¿Él es Cerati? —preguntó Miranda.

—No —interrumpió Dio—, él es el causante de que un ferrocarril aparezca en mitad de la ciudad y los otros extraños accidentes. Que bueno que te trajeron vestido para la ocasión.

—Sí, señor Dio —respondió Illya, sentándose al lado de él.

—¿Cuál es el plan, Dio? —preguntó JoJo. Miranda también quería saberlo. A Illya le daba igual.

—Escuchen con atención —comenzó Dio— es nuestra única oportunidad. Si fallamos, es posible que nos maten, así que mentalicen todo lo que les diga...

»El discurso será llevado acabo en el balcón presidencial. Este se encuentra fuera de un salón de mediano tamaño con cinco puerta. La principal está frente al mismo balcón. Dos de ellas están a 45° grados en posición a esta. Las demás están al lado. Yo me posicionaré en la principal. Cuando el presidente, el Primer Ministro, Cars y Doppio se encuentren en ese balcón, dando la espalda a la puerta. Lanzaré uno de mis cuchillos. La distancia entre el balcón y la puerta principal es la suficiente para cargar de energía el cuchillo, por lo que el rango de explosión no los dejarán con mucha salida. Miranda y JoJo estarán en la puerta principal. Ustedes se asegurarán de eliminar a los que sobrevivan en la explosión, si es que hay sobrevivientes. Illya dejará las cartas de su Abarajáme detrás de las demás puertas por si intentan escapar por ahí.

JoJo's Bizarre Adventure: Eternal StoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora