Bitter Sweet Symphony - Parte 9

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[Hace 12 años]

En una fresca mañana de primavera, Enrique Bunbury, quien ya tenía varios años trabajando en su florería donde vendía todo tipo de flores. Algunas muy comunes y otras peculiares, estas últimas se encontraban al fondo de la tienda.

Se percató de que había un adolescente con harapos lamiendo los pétalos de unas rosas, las cuales habían sido regadas por Enrique unos minutos antes.

—¿Qué crees que haces?

—P-Perdón señor —dijo el chico que se veía que no superaba los trece años—. Tengo mucha sed y nadie quiere darme agua.

Enrique vio al muchacho y se compadeció de él. Fue hasta su escritorio y cogió la botella de agua que bebía de vez en cuando.

—Toma. Bébelo todo, esa botella es tuya desde ahora.

El chico sonrió de felicidad y bebió toda el agua, derramando un poco por la emoción.

—Ahhh... Está bastante fresca.

Enrique sonrió.

—¿Cuál es tu nombre, niño?

—Mi nombre es Sergi, señor —respondió sonriente.

—¿Sergi? Buen nombre. ¿Te lo pusieron tus padres?

—No, señor. Yo no tengo padres —su rostro se entristeció.

—Entiendo. Eres como una persona que conozco, él tampoco tenía padres cuando lo conocí y por eso lo ayudé. Hoy en día es un gran hombre.

—¡Wow! ¡Es usted una buena persona! Si tan solo toda la gente del mundo fuera como usted, el mundo sería un lugar mejor.

Enrique se mostró complacido con las palabras del chico, por lo que se inclinó hasta su altura.

—¿Tú también quieres que este mundo sea bueno para todos los humanos?

La forma en cómo terminó la frase descolocó a Sergi por un momento, pero fue tan fugaz que respondió de inmediato.

—¡Sí! Así ya no habrían más niños como yo. Todos los niños tendrían a sus padres y comerían mucho —respondió inocentemente.

Enrique acarició la cabeza de Sergi.

—También deseo lo mismo, pero las condiciones actuales harían que ese proceso tome cientos de años —el rostro de Sergi mostró confusión—. Solo para cambiar al mundo se debe cambiar a la humanidad. No a un grupo, no a un país, no a un continente, sino a toda la humanidad. Porque si solo se cambia a un grupo, tarde o temprano este grupo se pudrirá por culpa del resto de la humanidad. La única manera es cambiar la mentalidad de la humanidad entera, desde la raíz y de una sola vez. ¿Quieres ayudarme, Sergi?

Sergi estaba impactado con la enorme cantidad de palabras que Enrique le había dicho. ¿Tal cosa era posible?

—Yo...

—No importa si no quieres, eres solo un chico más que escucha la misma sinfonía que los miles de chicos que viven en la calle y no tienen a nadie. Sin embargo, tú puedes hacer la diferencia en este mismo momento si aceptas ayudarme. Elige el camino que mejorará a todo el mundo.

JoJo's Bizarre Adventure: Eternal StoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora