Un beso y una flor

238 19 110
                                    

—JoJo... —dijo Miranda, derramando lágrimas al ver a JoJo irse por un túnel espacio-temporal.

Un atronador relámpago la sacó de su tristeza. Levantó la mirada y vio un agujero a diez metros de ella donde salió JoJo, impecable y sano, cayendo de rodillas en la calle. El agujero se cerró rápidamente.

Miranda se emocionó al verlo regresar y fue hasta él. Mientras se dirigía a JoJo, las estrellas salieron de su cuerpo y repiquetearon al impactar contra el suelo.

—¡ShoSho! ¡Pensé que no volvería a verte! —dijo emocionada y llorando de felicidad, apoyando su cabeza sobre el hombro de JoJo—. ¡Me preocupaste demasiado! ¡Demasiado en serio!

—Miranda, ¿por qué está oscuro? ¿Es de noche?

Algo no estaba bien. Miranda vio el rostro de JoJo y se sobresaltó, cayendo para atrás y ahogando un sollozo.

—¿Qué sucede Miranda? ¿Por qué todo está oscuro? ¿Por qué no puedo abrir mis ojos?

—J-JoJo... —llevó sus manos a su boca, tratando de no romper en llanto, aunque sus lágrimas escaparon de manera intensa.

JoJo llevó sus manos hasta su rostro y palpó el lugar donde debería estar sus ojos, pero no encontró nada.

—¿Q-Qué me pasó?

Golpeó el suelo con sus manos. Estaba lleno de rabia y no podía soltar una lágrima pues carecía de ojos. En lugar de sus globos oculares, había una superficie lisa. Como si hubiera nacido sin ojos. Las estrellas saltaron por los golpes y JoJo recordó las palabras de Enrique. Después de todo, el precio por un inmenso poder es altísimo.

Miranda abrazó a JoJo, consolándolo. JoJo la abrazó fuertemente y Miranda lloró lo que él no podía hacerlo.

Los pasos de unos caballos a lo lejos hicieron que ambos se separen.

—¿Quiénes crees que sean?

—No tengo idea.

Por una esquina, aparecieron diez jinetes. Todos ellos iban vestidos con gabardinas y sombreros oscuros. Uno de ellos se acercó a JoJo y Miranda y bajó de un salto de su caballo. Rápidamente, los jinetes apuntaron a ambos con revólveres.

—¿Q-Quiénes son ustedes? —reclamó Miranda, interponiéndose entre ellos y JoJo.

—Díganos su nombre y la razón por la que se encuentra aquí —dijo la mujer que saltó de su caballo.

—Che, primero decime quiénes son ustedes.

La mujer se quitó el sombrero, dejando ver su hermoso cabello rubio.

—Soy Adry Pendleton. ¿Y usted quién es?

Todo los demás miraron a Miranda.

—Eeehhh... Yo... Yo soy Miranda...

—¿Miranda Lafourcade? —preguntó uno de los hombres misteriosos.

—Yo... Yo... soy...

—Joestar... Miranda Joestar —intervino JoJo poniéndose de pie.

JoJo's Bizarre Adventure: Eternal StoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora