El Gran Maestro - Parte 1

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—Te dije que iba a funcionar —dijo Miranda riéndose de Gabriel.

—Para suerte nuestra, mi casa no quedaba muy lejos así que esta alfombra voladora no volará mucho —dijo Gabriel, un poco disgustado al ver que la idea de Miranda de convertir la manta en una manta voladora funcionó.

—Por poco y te atrapan Cerati —dijo el mayor García al pobre joven que estaba recostado en la suave manta.

—Se lo agradezco —respondió Cerati—, solo quería ganar tiempo para que puedan huir con JoJo.

—Él estará bien —mencionó Gabriel aunque el estado de JoJo empeoraba.

Unos segundos después, la manta descendió hasta llegar al patio del interior de la casa de Gabriel.

—Tu casa es muy grande, demasiado para ti solo —dijo Miranda viendo las escaleras y vigas.

—Lo compré al llegar a Buenos Aires, si voy a quedarme bastante tiempo, debía estar lo más cómodo posible, ¿no crees?

El mayor y Cerati tomaron a JoJo y, con indicaciones de Gabriel, lo llevaron hasta una habitación donde una cama lo esperaba. Una vez que lo recostaron, Gabriel se acercó al desmayado JoJo.

Torre de Babel... —Gabriel llamó a su pequeño stand quien se manifestó a su lado viendo el mismo punto que su usuario.

—¿Puedes reconstruirle otro brazo a JoJo? —preguntó Cerati.

—No, es imposible para mi, pero haré que vuelva usar su mismo brazo.

Torre de Babel levantó su dedo índice y con un rápido movimiento, abrió una gran herida en el brazo sano de JoJo.

—¡Aaaahhhh! —gritó.

—¡¿Qué hacés?! —reclamó Miranda.

—Solo con la sangre de JoJo puedo revitalizar su brazo, sino sería inservible. Entiendan esta operación como si pegáramos dos pedazos de velas, para hacer tal cosa necesitas derretir un poco la cera de los extremos y pegarlos hasta que seque —dijo Gabriel—. Ese mismo principio haré con el brazo y hombro de JoJo.

—¿Convertirás a JoJo en cera? —preguntó Miranda inocentemente.

—No, no puedo cambiar la materia, pero puedo dar órdenes a todas las células del brazo y del hombro. Pero como las células del brazo de JoJo estaban entrando en el proceso de descomposición, debó regenerar los tejidos con su sangre.

—¿Células? —dijo el mayor García—. Siento que lo que dices es muy avanzado.

—En efecto, en mis viajes alrededor del mundo he conocido a mentes brillantes que han hecho investigaciones muy sorprendentes. Y con ese conocimiento que tengo puedo salvar el brazo de JoJo.

Torre de Babel movió todos sus dedos, escribiendo comandos en cada célula del brazo de JoJo.

—Gracias a la velocidad y precisión de Torre de Babel, puedo hacer que ambas partes vuelvan a unirse —mencionó Gabriel, viendo fijamente las zonas por donde los rápidos bolígrafos de su stand pasaban—. Como esto tomará un poco más de tiempo, vayan a la habitación contigua, en la despensa encontrarán mucha comida y agua.

El estómago de Cerati comenzó a crujir.

—Apenas te conozco Gabriel —dijo Cerati—, pero por lo que hiciste por nosotros, puedo confiar en ti y creer en que mantendrás a salvo a JoJo.

—En realidad, fue JoJo quien nos salvó a todos, pero de eso seguiremos hablando después.

Miranda y el mayor García salieron primeros, seguidos por Cerati y al llegar a la habitación contigua, fueron hacia la despensa viendo abundantes panes, jamón, queso y cantimploras con agua, además de dulces bañados en miel, rosquitas de leche y más delicias que les hicieron agua el paladar.

JoJo's Bizarre Adventure: Eternal StoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora