Juro Quererte [Jeonghan]

29

Los cuatro se encontraban sentados en el sofá, lejos del otro; ninguno decía nada, ni siquiera se miraban a los ojos.

—No es por ser grosera, pero ni siquiera sé que tienes que ver con toda esta situación. —dijo Lim a Seungcheol.

—Quiere evitar que nos matemos. —respondió Jeonghan.

—Que me mates, querrás decir. —susurró Hansol.

—¿Ya vas a empezar? —preguntó Jeonghan, fastidiado.

—Basta. —dijo Seungcheol con una voz seria.

—No quiero hacer esto. —dijo ella, poniéndose de pie.

—Pero yo sí. —Jeonghan la miró.

—No se trata de ti. —Hansol se limitó a mirar hacia la puerta.

—¿"No se trata de ti"? —lo miró fijamente. —¿Realmente dijiste eso? —soltó una leve risa. —De hecho sí, se trata de mi.

—¿Por que simplemente no dejas las cosas como están? —se quejó.

—¿Acaso crees que es así de fácil? —alzó una ceja. —Estas siendo un completo imbecil.

—Cierra la maldita boca. —dijo Seungcheol, molesto.

—Nada va a cambiar el presente. —susurró Lim. —Nada va a cambiar el presente. —miró a los tres.

—Lim... —Jeonghan se puso de pie.

—Basta. —pidió. —Jamás pensé que esto sería así, es demasiado para mí.

—Mereces saber la verdad. —Hansol suspiró.

—Han y yo casi tenemos una relación, tú eras el amigo que lo alentó a acercarse pero también el que se acercó a mi. —sus ojos estaban al borde de las lágrimas. —No entiendo que tiene que ver conmigo, ¿que pretenden? ¿Que me enoje con Hansol y termine con él, para después alejarme de todos? —miró al piso. —¿O que me de cuenta de que Han siempre fue primero? ¿Que se supone que esperan de mi?

Todos se quedaron en silencio, era verdad, ella ya conocía la verdad, ¿que más querían?

—Yo... —Jeonghan intentó hablar.

—Salgan de mi casa, los tres. —dijo ella. —No quiero verlos, no ahora. —los miró.  —No me busques, necesito tiempo. —miró a Hansol.

Hansol asintió con la mirada hacia el suelo.

—Sabes que siempre estaremos para ti. —dijo Hansol. —Se lo prometimos a tu madre.

—Salgan de aquí. —dijo cansada.

Los tres se dirigieron a la puerta y salieron de ahí.

Realmente ella no encontraba lo que suponía debía analizar, ya sabía todo. Únicamente tenía una batalla en su interior: su amor por Hansol y su amor por Jeonghan, no Han, Jeonghan.

Aún si consideraba su pasado con Jeonghan, la balanza era incierta, o eso creía.

×××

—Es cuestión de amistad. —dijo Jeonghan.

—Deja de usar eso en mi contra, sin eso no tienes nada. —respondió Hansol.

—Es precisamente el punto. —dijo él.

—Ella hubiese encontrado a alguien más de cualquier forma. —suspiró. —Tus planes cansarían a cualquiera. —susurró.