Juro Quererte [Jeonghan]

13

Narra Sejeong.

Terminamos de comer y los chicos salieron de la casa de Jeonghan, ambos seguíamos platicando, sólo que sentados en su sillón.

—¿Cómo conociste a Hansol exactamente? —preguntó él.

—Creí que él se los había contado. —dije bebiendo de mi vaso de limonada.

—Un par de veces, nunca fue especifico o nunca presté la atención necesaria. —rió un poco.

—Lo conocí el día en que todo comenzó. —suspiré. —Me refiero a... mi madre.

—Oh, ya veo... —dijo en voz baja.

—Estaba siendo ingresada al hospital, yo estaba en el trabajo, Som me llamó y me dijo que había pasado un accidente y que mamá no respiraba. —en serio me dolía. —Tomé un taxi, estaba realmente alterada y desesperada, al llegar bajé del taxi y comencé a caminar rápidamente hacía el hospital, estaba por empezar a correr pero alguien me jaló del brazo, era el hombre del taxi, había olvidado pagarlo. El hombre comenzó a gritarme y a maldecirme...

Flashback.

—¡Debes pagar niña estupida! —gritó jaloneando mi brazo.

Saqué el dinero del bolso de mi pantalón y se lo entregué.

—Lo lamento. —dije apenada.

—¿Pagarme? ¿Después de huir? —escupió con desprecio. —No será suficiente. —me dio una sonrisa asquerosa. —Eres joven y linda, anda vamos al auto... —comenzó a jalarme hacia el taxi.

—¡Suéltame! —me quejaba intentando soltarme de su agarre, seguía llorando.

—Anda, deja de quejarte. —seguía jalandome.

Unas manos se posaron la mano del hombre y mi brazo. Ambos dirigimos la mirada hacia la persona responsable.

—¿No la escuchaste? Te dijo que la soltaras. —su voz era bastante seria y ronca.

—Métete en tus asuntos niño bonito. —soltó una risa. —Anda, no des más problemas linda.

—Intenté ser bueno. —dijo con una sonrisa el chico misterioso.

—¿De que hablas? —reía divertido

Enseguida le dio un golpe en el rostro. El hombre estaba en el piso con la nariz sangrando.

—Da gracias que estas afuera de un hospital. —dijo mirando su mano.

—Mu... muchas gracias. —hice una reverencia, mientras limpiaba mis lagrimas.

—No es nad... ¿estás bien? —dijo tomándome de los hombros provocando que me incorporará.

—Es que.... mi madre está ingresada, no respira, me despidieron del único trabajo que dejaba buenas propinas, necesito pagar la cuenta del hospital anterior y ya no tengo dinero... soy.. soy un desastre. —dije rápidamente, al terminar, caí de rodillas al piso.

El chico se agachó frente a mi y me abrazó.

—Tranquila.... tranquila.. —frotaba mi espalda. —Anda, déjame acompañarte.

Ambos nos pusimos de pie y entramos al hospital.

Fin Flashback.

—Entonces por estar ese día, en ese momento... wow.... —suspiró.

—Después de que me enterará de que mi madre estaba estable, me tranquilice, Hansol se presentó conmigo y yo con él, al instante supe que su nombre me parecía familiar, más allá de ser un idol, lo primero que se me vino a la cabeza fue una de las historias de mamá, ella trabajaba en una empresa de banquetes en aquel entonces, lo sabes. —sonreí. —Ella me había contado de sus trece mejores degustadores.... así que cuando se enteró de quien era mi madre insistió por verla... el resto es historia. —sonreí.

—Recuerdo el día en que conocimos a tu madre, fue en un evento, todos habíamos estado practicando duro para la presentación, no habíamos comido bien en semanas.... su comida nos alegró la vida, nuestra presentación salió mejor de lo que esperábamos, le agradecimos bastante, nos gustó tanto que le pedimos al CEO que hiciera todo lo posible para que ella siguiera haciendo la comida de los eventos, al resto de los artistas también les fascinaba asi que todo fue un éxito..... —dio una sonrisa.

—Gracias a ustedes su felicidad aumentó demasiado, muchas gracias. —lo abracé.

Él correspondió el abrazo

—No hay de qué. —me dijo él.

Ambos nos separamos con un rubor en nuestras mejillas.

—Nunca se lo pregunte a Hansol, tal vez tú lo sepas... ¿Por qué Hansol estaba en el hospital aquel día? —pregunté mirándolo.

—¿Han...Hansol? —estaba nervioso. —No sabría decirte, no lo sé. —se puso de pie. —¿Quieres helado? —entró a la cocina.

Me paré y lo seguí.

—¿Estás ocultándome algo? —me recargué en la barra.

—¿Yo? —me dió la espalda para sacar el helado del congelador.

—¿Pasó algo? —me pare justo detrás de él.

Él cerró el congelador sin sacar nada, dio un gran suspiro y se dio la vuelta. Ambos quedamos frente a frente, muy cerca del otro, ¿sus labios siempre fueron tan lindos?

—Sejeong, es algo que no nos compete, ni a mi ni a los chicos, sólo a Hansol. —dijo rápidamente.

Su rostro estaba tan cerca del mío que podía sentir su respiración.

—Oye, Hyung crees que podrías prestarme..... —se quedó en silencio.

Jeonghan y yo nos separamos al instante.

Demonios.