Juro Quererte [Jeonghan]

20

Ambos se separaron a necesidad de aire, pero volvieron a unir sus labios.

Al terminar, se quedaron ahí, viéndose el uno al otro.

—Debo.... debo irme. —dijo ella.

—Oye, quería... —comenzó a hablar.

—Hansol me espera, nos vemos mañana. —comenzó a caminar.

—Lim Sejeong, no puedes simplemente escapar. —dijo siguiéndola.

—¿Y que se supone que haga entonces? —se dio la vuelta para verlo. —¿Recuerdas que tengo una relación con Hansol?

—Yo siempre lo he tenido presente, ¿tú lo recuerdas? —se recargó en la pared.

—Eres demasido injusto. —dijo ella.

—¿Por qué? Pudiste haberme alejado incluso abofeteado, pero decidiste quedarte ahí. —dijo él.

—Hansol no puede saber esto. —dijo ella seria.

—Sé que no, pero a mi no me sorprendería si llega a saberlo. —dijo sentándose en el sofá.

—¿Me estas amenazando? —lo miró incrédula.

—No, no es una amenaza, si fuese una amenaza te tendría que pedir algo a cambio, ¿no?

La puerta fue tocada, Sejeong la abrió, era Hansol.

—¿Ya estas lista? —preguntó Hansol.

—Sólo se despedía. —dijo Jeonghan. —Hablamos mañana. —dijo sonriendo.

—Hasta mañana. —dijo ella.

Hansol y Sejeong salieron de ahí, salieron del edificio en silencio y subieron al auto.

—¿Todo en orden? —preguntó Hansol. —Te siento rara.

—Es sólo que estoy cansada. —mintió.

—¿En serio? ¿Quieres que te lleve a tu casa? —preguntó.

—No, anda vayamos a cenar. —dijo tomando la mano libre de Hansol.

—¿Segura? —se detuvo metros atrás del gran portón.

—Segura. —se colocó unas gafas obscuras y una gorra.

Hansol imitó su acción.

—Andando. —dijo sonriendo.

La pareja se dirigió a su restaurante favorito, al llegar, se dirigieron a una sala privada, pidieron su comida y comenzaron a comer.

—Amo este lugar. —dijo Sejeong.

—Amo estar contigo. —dijo Hansol tomando su mano. —Quería hablar, sobre algo que he estado pensando mucho.

—¿En serio? Te escucho. —dijo sonriendo.

—Quiero que hagamos pública nuestra relación. —dijo él, emocionado.

Sejeong se quedó en blanco, realmente anticipaba esto, pero había algo dentro de ella que la hacía dudar.

Narra Sejeong.

Desde el día en que vi a Jeonghan, algo pasó dentro de mí.

Sabía que estaba mal; él tenía razón, pude alejarlo o incluso abofetearlo, pero no lo hice, ¿por qué?