Juro Quererte [Jeonghan]

17

Narra Sejeong.

Me encontraba llegando a casa, Wonwoo debía llegar a una reunión así que simplemente me bajé frente a ésta.

Me quedé parada frente a la puerta, pensando en lo que había pasado, ¿realmente estaba pasando? Moví un poco mi cabeza para sacarme de mis pensamientos, me adentre a mi casa.

Dejé mis cosas en el sofá y me dispuse a cocinar un rato, siempre que necesitaba pensar o relajarme lo hacía.

Sé que Hansol había estado pensando demasiado en mi, él tenía sus propios problemas y aún así estaba ahí, apoyándome.

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Narra Seungcheol.

Me encontraba en la habitación de Vernon, esperando a que el doctor terminara de examinarlo. Sabía que era lo que tenía, pero no quería arriesgarme a que uno de mis chicos recayera.

—¿Podemos hablar afuera? —el doctor me miró.

—Sí, claro.

Vernon había logrado dormir, así que nos dispusimos a salir al comedor.

—Creo que es bastante evidente que el joven tuvo un ataque de ansiedad, seguro tuvo una discusión, o alguna clase de emoción fuerte. —dijo él. —Será mejor que descanse, que realmente lo haga, nada de promociones, grabaciones, nada.

—Entiendo, se lo comunicare al mánager enseguida. —lo miré.

—Deberían arreglar esos problemas. —retiró sus gafas. —La ansiedad no es más que el ser atormentado por recuerdos, momentos, palabras... traten de eliminar eso. —tomó sus cosas.

—Muchas gracias doctor.

Salimos a la sala, todos los chicos esperaban ahí.

—¿Como está? —Seungkwan se acercó rápidamente.

—Bien, debo irme, dejé las pastillas en su habitación con las indicaciones que te comenté.

Todos hicimos una reverencia y el doctor salió.

—¿Como está? —todos me miraron.

—Vernon debe tomarse un descanso. —los miré. —Fue... fue la ansiedad.

—Maldición le dijimos que debía cuidarse más. —Seungkwan estaba enojado.

—Fue mi culpa, ¿no? —Jeonghan habló desde el sofá. —Sólo quería ayudar a Sejeong, él pidió ayuda así que lo hice.

—Tranquilo, no es tu culpa. —Wonwoo lo abrazó.

—Todos sabemos que Vernon no estaba bien, eso nubló sus pensamientos. —Joshua también lo abrazó.

—Debemos cuidar de él, ahora iré a contactar al mánager, vayan a descansar, me quedaré aquí esta noche. —hablé yo.

—¿No deberíamos decirle a Sejeong? —Dino habló esta vez.

—Es cierto, tal vez sería lo mejor. —Mingyu me miró.