AlexandraMe puse como tomate, no entendía por que me estaba llamando.
Respira profundo.
Vamos.
No es tan difícil.
No la vayas a cagar.
Vuelvo hacia donde esta él, me acerco hasta donde esta el, mis manos sudan, mis piernas tiemblan. Mi cara se siente caliente y siento que me desmayo.
—¿Pasa algo? —digo nerviosa.
El me responde con una risa de agrandado.
—Nada, solo que se te cayo esto.
Veo que estiende su mano y me enseña una página, logro reconocer de inmediato que es, es una de mis tres canciones favoritas la cual tengo escrita en esa página.
La canción es ("Con las ganas" de zahara), sus canciones me encantan y definitivamente me identifico con ellas.
(CON LAS GANAS)
ZaharaRecuerdo que al llegar ni me miraste,
fui solo una más de cientos
y, sin embargo, fueron tuyos
los primeros voleteos.Cómo no pude darme cuenta
que hay ascensores prohibidos,
que hay pecados compartidos,
y que tú estabas tan cercaMe disfrazo de ti.
Te disfrazas de mí.
Y jugamos a ser humanos
en esta habitación gris.Muerdo el agua por ti.
Te deslizas por mí.
Y jugamos a ser dos gatos
que no se quieren dormir.Yo me quede viendo esa página y a esa mano tan perfecta con venas marcadas, hasta que el habla.
Me distraje por completo viéndolas que me olvide que tenía la mando extendida con la nota.
—¿La vas a tomar, o me la quedo yo? —empieza a reír.
Joder, que guapo se ve sonriendo, de cerca es aún más guapo.
¡Este chico es guapísimo, joder!
—Claro que si la voy a tomar, es mía —Le digo nerviosa. Es que si el quiere la página con la canción es por que le gusta, aunque no creo, sus gustos musicales pueden ser otros.
Que ideas las tuyas, Alexandra.
—Bueno, ya te la regrese, hasta la vista, niña nueva. —dice alejándose.
—Gracias por devolverme la página. —digo en voz baja.
El ya no escuchó y siguió su camino y yo también tome el mio.
No sentí en que momento la nota cayó.
Solo sé que la voy a enmarcar o algo, porque ha estado en las manos de tremendo monumento.
¡Dios, que cosas estoy diciendo!
–
Llego a mi casa y lo primero que hago es tirar el bolsón, quitarme los zapatos y el uniforme, el uniforme es una camisa blanca con mangas largas, una falda color vino con rayas negras y una corbata.
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Miradas oscuras
RomanceLa vida de dos jóvenes de diecisiete y dieciocho años está a punto de cambiar. Pero siempre hay algunas personas que te ayudan a salir del precipicio al que has caído. Dos jóvenes que se ven envueltos en las jugadas del destino. Deberán aprender a s...