CAPITULO XXIX

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LAUREN POV

Mansión Crowe, Londres.

Camila había pedido quedarse unos días más en la cuidad por el problema que tuvo con Georgina… Ha estado muy activa intentando distraerse, la noto tensa.

Siempre me ha gustado de Camila que sepa hacer muchas cosas, y siempre intenta enseñarme a hacerlas. Nunca se desespera conmigo y me acompaña todo el tiempo. Como ahora.

—¿Te gusta escribir? —Le pregunte, aunque ya sabía que le encantaba hacerlo, había observado que no había dejado de escribir desde la mañana. Hace mucho que no lo hacía.

—A veces escribo cuentos para niños —Me acerqué a la silla en la que ella estaba y me senté a su lado, en el suelo —Mi madre decía que mi padre quería ser escritor, pero nunca persiguió su sueño y solo escribía para ella y para mi.

—¿Por qué? Si tenía los recursos…

—Si, pero tenía otras responsabilidades. Era lo que ella me decía.

— ¿Y tú? ¿Qué quieres ser? —Pregunte leyendo un poco de lo que estaba escribiendo…Escribía sobre hadas.

—No lo sé… Siempre quise ser maestra… Enseñar no solo a los hombres, también a las mujeres y a quienes no tienen posibilidad de aprender.

—Eso sería muy hermoso, ¿Has pensando donde lo harías? —Ella asintió y cerro su cuaderno, después me miro.

—Mi madre me dejo muchas propiedades en la cuidad, pero yo usaría una que está cerca de aquí…  Es un edificio que jamás se terminó de construir, creo que mi madre quería hacer un internado, pero abandono el proyecto.

—Podrías retomarlo.

—Lo hare. Pero necesitare de ti.

Ella desde ese acercamiento, me incluía en lo que hacía. Ninguna tocaba el tema de lo que había pasado en noches anteriores, yo sabía que eso a ella le era muy difícil. No iba presionarla.

Tenía miedo de muchas cosas, yo también, en el fondo no quiera que ella fuera hija de Johannes, pero si no lo era… En algún momento, que para mí sería muy cercano, ella moriría. O probablemente yo tendría que irme, y no podría oponerme.

Nadie se opone a Johannes, aunque hay motivos para hacerlo. Él es muy fuerte… Incluso más que muchas salamandras, no me gustaría retarlo.

No quiero que la burbuja en la estoy explote… Pero salir herida ya no es opción.

—Tengo muchos planes y metas para antes que termine el año —Se puso de pie y busco entre la caja que había traído donde tenía su ropa —Hable con el Señor Huisman sobre mi supuesto matrimonio con Richard. Hoy tendré que verlo esta tarde para hablar de las posibles soluciones, no quiero tomar decisiones sin consultar todas las posibilidades —Me miro —Pero necesito tu ayuda para distraer a Alessandro.

—¿Qué quieres que haga? —Ella movió dos de sus dedos indicando que fuera donde estaba ella. Lo hice mirándola fijamente.

—Tienes muchas habilidades que no sueles usar, sé que no conozco todas ¿cierto? —Asentí —Usa alguna de ellas hoy, pero se discreta. Juégale alguna broma a Alessandro.

—No tengo problema, pero, ¿no trabajaba para ti el señor Crowe? —Ella susurro un “si” —Entonces, ¿Por qué quieres que no se entere de que buscas más alternativas?

—Él trabaja para conservar mi fortuna, no para mí. Fue de los primeros en aceptar vender mi mano, lo puedo asegurar… No dejara que haga más complicado todo esto; iría directamente con Georgina, no quiero que nadie se entere.

La Primogénita (Camren) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora