Londres 1854
Las escuelas de hechicería era algo común entre los clanes, únicamente había dos por estado. Una de magia negra y otra de magia blanca.
La rivalidad entre ellos era mucha pero no se atacaban entre si, tenían muchos problemas para meterse en otro más.
Recibían amenazas claro, nunca eran cumplidas en su totalidad, quizás una que otra travesura pero no pasaban a más.
La escuela de hechiceros de Londres era de las más conocidas entre ellos, lo que muchos pensaban que era un internado en realidad era donde aprendían a usar sus poderes sin límites.
Medicina, astrología, lenguas,arte, música, herbolaria, historia, física, literatura, eran de las materias que cada alumno debía llevar y debían dominar.
Eran totalmente diferentes a los humanos, tenían diferentes ideales que ocultaban cuando salían de su entorno. Algunos de ellos eran más crueles, otros solo seguian órdenes.
Esa tarde los alumnos más avanzados iniciarían con nuevas materias. Armas, hechizos y habilidades físicas sería lo que verían en ellas.
- El oro es un metal precioso que no sólo sirve para venderlo y hacer joyería con el como hacen los humanos, es un arma letal para las hadas - Un profesor le decía a sus alumnos que lo escuchaban atentamente mientras estaban sentados en sus pupitres - Las armas de fuego parecerían una excelente opción para atacar, pero generan mucho ruido y antes de apuntar su víctima ya se habría ido - Alzó una daga de oro y la mostró a sus alumnos - Las armas blancas serán sus mejores amigas de ahora en adelante, es claro que todos tienen una puntería exelente, pero yo quiero que den más. Que puedan lastimar desde distancias fenomenales, y por supuesto, están hechizadas - Con sus manos abrió desde su lugar un mueble de manera que estaba al fondo del salón que en el había todo tipo de armas, cada una captó la atención de los demás por los múltiples símbolos que tenían grabados y diferentes piedras incrustadas - Primero aprenderán a atacar a distancia, después cuerpo a cuerpo y al último harán una simulación, pero tranquilos, estarán en un estado inconsciente en sus sueños y ahí pelearán. Con nuestros lectores podremos saber que pasa en su mente, si mueren en la simulación no les sucederá nada, solo tendrán un terrible dolor - Finalizó con una sonrisa mientras los demás se miraban entre si, sería muy fácil aprender a manejar esas armas.
- Ahora, ¿Alguien podría decirme cómo atacan las hadas? - Se sentó al borde de su escritorio y señaló a un joven que alzaba la mano - Te escuchamos.
- Es cambiante, dependiendo su elemento es la forma en que pelean.
- Exactamente, ¿Alguna vez hablaron de esto en clases anteriores? - Los alumnos negaron - Bien, antes de hacer algún movimiento deben saber que tipo de hada es, muchos hechiceros hacen uso de los elementos para dañarlas, pero no puedes atacar a las ninfas con agua o las Salamandras con fuego. De lo contrario sólo se debilitan y ellas siguen intactas - De su escritorio tomó un frasco que parecía contener agua de tonos azulados y lo abrió comenzando a liberar lo que había en su interior, eran gases que poco a poco formaron una extraña criatura muy pequeña - Parece inofensiva y lo es para las ninfas. Alguno de los errores que cometían los hechiceros era atacarlas dentro del agua, algunas los llevaban a las profundidades y eran devorados por criaturas como esta que es un Dragón marino - Con el frasco en manos siguió a esa criatura que andaba de un lado a otro y cuando logró atraparla dentro de, se convirtió en lo que había en un principio, después se acercó a su escritorio y se sentó en el bajo la mirada de sus alumnos - De ahí en fuera pueden atacar libremente a las demás, como recomendación deben hacerlo en un lugar cerrado para que no tenga libertad de movimiento o huya volando, si pueden corten sus alas antes- Una hechicera alzó la mano - Dime.
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La Primogénita (Camren)
FanfictionLauren Rossini, un hada huérfana que desde su adolescencia tenía la misión de cuidar a Camila Woodgate, una joven humana que desde la perdida de sus padres descubrirá los secretos de su descendencia. Lo que no se imaginaba es que toda su vida fue en...