CAPITULO XX

747 79 15
                                    

CAMILA POV

– ¿Cómo voy a entrar? – Lauren preguntaba preocupada mientras yo regresaba a la carroza, decidí entrar primero para asegurarme que no había nadie.

Para mí desgracia estaba el Doctor Wagner hablando cómodamente con mi tía Georgina en el comedor principal.

– ¿Puedes ocultarte? Estaré un momento abajo – Dije y cuando giré hacia la puerta de mi hogar, regresé mi mirada a ella pero ya no estaba. Me sorprendía la manera en la que desaparecía de mi vista.

En ocasiones pensaba que ella no era real.

Regresé lentamente sabiendo que me estaban esperando y antes de entrar tomé una profunda respiración. Intuía el por qué la visita del Doctor Wagner. No era el primero que venía después de conocerme.

– Querida, tenemos visitas – Mi tía dijo en cuanto cerré la puerta, estaba esperando que regresara – No saludaste hace unos momentos – Me miró de pies a cabeza negando por mi aspecto tan sencillo.

– Olvide algo en la carroza y tuve que volver – Me justifique mientras ella acomodaba mi cabello suelto.

– Dios mío querida deberías arreglar tu cabello, no sabemos cuando alguien vendrá a visitarnos – Dijo dramáticamente y sólo giré mis ojos – Nada de gestos – Advirtió.

Cómo si ella pudiera controlar eso.

Simplemente me tomó de la mano y me llevó hasta el comedor sin preocuparse si movía mis pies o no, ahí es donde estaba esperando mirando a su alrededor con un traje negro y por primera vez, lo ví llevar un sombrero consigo que estaba a un lado.

El traje era simple a comparación de otros que había visto, llevaba un pantalón, camisa, chaleco y su saco cruzado. Su camisa blanca resaltaba con el negro intenso de las demás prendas pero el cuello era pequeño. Al parecer no le agradaba sentir la molestia de cuellos postizos.

¿Por qué me pedía arreglar mi cabello si el de él siempre era un desastre?

Al menos le hacía ver agraciado.

Pero el único cabello realmente hermoso era el de Lauren, siempre tan rebelde y amaba su manía de acomodarse su cabello de un lado a otro.

– Señorita Woodgate, que gusto verla nuevamente – Se puso de pie y tuve que ofrecer mi mano para que la besara, y justo cuando rozaron nuestras manos sentí un escalofrío.

Por un segundo mi mente lo imaginó montando a caballo totalmente exaltado dónde únicamente la Luna era su guía.

¿Por qué mi mente creaba escenarios tan extraños?

Él estaba ahí, parecía que perseguía a alguien. O tal vez él era la presa.

– El gusto es mío – Respondí y aclaré mi garganta,  el arrastró la silla a su lado para que me sentara, acepté sentarme mirando a mi tía que no tenía intenciones de hacer lo mismo.

Por favor ahora no.

– Tengo una reunión con el señor Crowe, pero puedes quedarte a hacerle compañía al Señor Wagner – Era claro que no podía negarme, ella sabía que había liberado mis tareas.

Acepté recordado que Lauren me esperaba y ella se fue mirándome como cuando me advierte no decir algo inapropiado, aún así no estará aquí por si hago algo descortés.

Sentía la mirada de alguien, ¿Acaso Lauren no se ocultó?

– Sé que mi visita fue inesperada pero me gustaría dar un paseo con usted, he escuchado que tiene algunos caballos con los que podríamos salir – Dijo sin rodeos mirándome directamente, sus ojos son muy hermosos, y aunque su mirada es penetrante no logra intimidarme. Tal vez porque sus ojos son... Tristes.

La Primogénita (Camren) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora