La Primogénita (Camren)

CAPITULO XVII

"El amor está destinado y quién se atreva a interferir con lo que ya fue elegido, vivirá una vida llena de dolor lejos de su gran amor"

- Segundo mandamiento fatum.

CAMILA POV

Oscuridad.

Al abrir mis ojos no había nada más que oscuridad, estaba en medio de ella, siniestra y silenciosa. Escuchaba el latido de mi corazón a la perfección junto con mi frenética respiración.

No era tranquila ni pacífica, toda ella me asustaba.

Giré inútilmente tratando de mirar algo, alguna luz pero no había nada. Estaba sola.

Eso esperaba.

Porque las risas siniestras comenzaban a inundar mis oídos, las escuchaba lejanas y cada vez se acercaban más a mí.

Por favor que no me alcancen.

No sé cuándo ni cómo, pero ahora escuchaba perfectamente una respiración lenta justo a mi lado. Tantos ruidos que no sabía exactamente si aquello era humano.

- Camila... - Un susurro de una voz masculina, la he escuchado antes pero no puedo distinguir de quién es.

Una voz hermosa, pero tenebrosa.

Lo único que pude hacer fue alejarme lo más rápido que pude hasta que alguien me tomó a mis espaldas.

Oh Lauren ¿Dónde estás?

Detestaba escuchar las risas burlonas de la persona que no me dejaba escapar.Era tan débil a comparación de aquella persona.

Me alejó de la oscuridad para llevarme a la luz, la luz de mi propio hogar.

Pero...No estaba sola.

Habían tantas personas, todas vestidas por una túnica negra y no tenían rostro.

Era tan borroso para mí. Tan siniestro.

- Ven con nosotros Camila - Uno de ellos habló, podía escuchar el eco que ese sonido generaba.

– Nosotros somos tu familia – Inmediatamente dijo otra voz, todos hablaban al mismo tiempo.

– Tu madre te espera querida.

– Déjanos guiarte Camila.

– Muestranos tu poder – Cada vez más se acercaban hacía mi.

Todos ellos me rodeaban, no tenía a dónde huir.

Estaba aterrada, quería gritar pero mi voz no podía salir de mi garganta. Tantas voces, tantos sonidos al mismo tiempo.

Por favor paren...

Por favor...

– Camila – Era Lauren, mi Lauren – Camila despierta – Sentí como tocaba mi hombro suavemente y me hablaba en un susurro. Al abrir mis ojos lo primero que ví fue su rostro.

Estaba tan preocupado, sus ojos me miraban esperando que diera alguna señal de vida pero estaba tan perdida en como se fruncía levemente su rostro haciéndola ver adorable.

No pude evitar tocarla, era real.

Ella estaba ahí.

Yo lo estaba.

Sentí sus dedos acariciar mis mejillas, al parecer estaba llorando y ella limpiaba mis lágrimas.

–Estoy aquí – Dijo suavemente mientras yo aferraba mi cuerpo al suyo, temblaba y sabía que ella era lo que necesitaba para calmarme.