Capítulo 17 ☀️🌙

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En estos dos meses junto a Jimin he aprendido a conocerlo realmente y decir que me enamoré de cada una de sus facetas, está de más.

El primer mes fue algo tortuoso. El miedo a decirle quien era me consumía, asumía la reacción que tendría y que se alejaría. Y esa idea me taladraba la mente día a día.

Ese primer mes conocí a un Jimin coqueto, provocador, frio y calculador.

Sí, frio y calculador.

Tenía fríamente calculado cada uno de los pasos que daría conmigo, conocía la forma perfecta de provocarme, en todos los sentidos. A veces, su forma malcriada y caprichosa atentaba con acabar con la poca paciencia que poseo, pero algo me hacía retroceder, calmarme e intentar mantenerlo cerca.

El día que me dejó solo en la habitación del hotel con el corazón destrozado, ese día renuncié a él. Durante esa semana centré toda mi atención en YooHan, lo llevé de compras, de paseo. Me ayudó a no pensar en él, a no querer ser el estúpido que iba a buscarlo una vez más.

En el momento en que lo vi entrar a la heladería deseaba tener el poder de la teletransportación, se veía tan hermoso. Cuando está distraído, inconscientemente hace unos gestos que acaban con mi corazón.

Todo en él es perfecto.

Cuando me di cuenta que me notó, que me vio del brazo de otro chico, mi lado inmaduro salió a flote y quise devolverle un poco del dolor que me había provocado. Pero fue la peor decisión ya que, cuando lo vi salir casi corriendo quise perseguirlo, pero mi hermanito termino por darme un sermón, hasta se ofreció a comprarme dignidad, aunque, claramente eso no se compra.

Seguí con mi intento de sacarlo de mi mente, de olvidarme de él. El pobre de Tae tuvo que lidiar con todas mis escenas y en estos momentos me doy cuenta de que no debí ponerlo en esa situación.

Cuando lo vi salir de su habitación aquella noche en el crucero, juro por Dios que toda mi voluntad, mis ganas de quedarme en Busan y cualquier cosa que pudiera separarme de él, se convirtieron en nada.

Estaba tan hermoso, el rubio definidamente va con él, aunque créanme, podría tener el cabello rosa, azul, morado o el color que fuese y yo quería igual de baboso.

Y una vez más, me juré que lo intentaría una última vez.

Cuando lo vi hablar con Wonho me pregunté si era un amigo más, aunque bastaron solo unos minutos para notar que prácticamente se lo estaba comiendo con la mirada y mis celos salieron a flote, pero una vez más, mi hermano me dio el sermón sobre el amor propio que necesitaba.

Todo se fue a la basura cuando, de casualidad y, créanme que fue así, salí a tomar aire y los vi hablando. En el momento en que besó a Jimin sentí fuego correr por mis venas y cuando iba a marcharme escuché a mi Jimin gritarle.

Todo desde ese momento fue confuso. Sé que lastime a Jimin, sé que lo asusté, sus ojitos me lo demostraron y me sentí la peor basura del mundo. La había cagado en grande.

En un intento por intentar calmar su propia culpa, Wonho me ofreció ayuda y lo que vino después, ya lo saben.

Me cuestioné demasiadas veces del porqué de mis sentimientos hacia Jimin. Lo amo, claro que lo hago, pero no es el mismo amor que le tuve durante estos 4 años, no es el mismo sentimiento. Es algo mucho más grande, más fuerte, algo que no tiene explicación.

Sé que soy un tanto pegajoso, sé que quizás estoy consintiéndolo demasiado, bueno, dentro de mis posibilidades. Pero simplemente no puedo evitarlo, todo en él me provoca hacerlo.

Este último mes a su lado conocí al verdadero Jimin. Me demostró su fragilidad, sus miedos, su dolor.

Sé del rencor que siente hacia sus padres y del amor inmenso que le tiene a Namjoon y Seokjin. Sé lo importantes que son ambos para él y que los defendería de quien sea, sin importarle nada más, por eso, estoy asustado.

Let me love you ~KooKMin~ 국민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora