Let me love you ~KooKMin~ 국민

Capítulo 23

Los nervios me estaban consumiendo, no había podido dormir mucho la noche anterior. La esperanza de que alguno de esos hombres aparezca en la tan esperada reunión, me estaban matando.

– Amor ¿puedes calmarte? –

– Jungkook, tengo miedo. Siento que si los veo querré matarlos y no sé si me voy a controlar –

– Por eso no voy a dejarte solo en ningún momento, Jimin – se acercó tomando mis manos entre las suyas – sabes que debemos hacer las cosas con cuidado. Si queremos llegar a la verdad, debemos dejar la impulsividad –

– Lo sé, Kook... Te prometo que haré lo mejor – el timbre del departamento sonó.

– Voy yo, termina de arreglarte – besó mis labios y se perdió de mi vista, sus besos son mi medicina, si lo tengo a él, todo está bien.

– Nam, buenos días ¿Qué haces aquí? – me sorprendí de verlo tan temprano.

– Jimin, tenemos que hablar – no me dio los buenos días, esto es serio – Jimin ¿Qué crees que estás haciendo? Esto podría ser muy peligroso, no sabes en donde te estas metiendo – habló pareciendo realmente preocupado – ni siquiera yo lo sé –

– Nam, no entiendo ¿Qué quieres decir? – pregunté, aunque ya tenía una idea de lo que estaba pasando.

– Jimin, desde lo ocurrido estoy tratando de averiguar los motivos de toda esa mierda. Sé que desde hace un tiempo estás haciendo lo mismo y me sorprende que hayas conseguido que esos hombres vengan a Seúl, pero, maldita sea, esto no está bien – tomó asiento y pasó sus manos por su rostro intentando calmarse, quizás.

– Namjoon, sabes que no me detendré – hablé – no voy a dejar esto hasta saber qué demonios está pasando, no sé qué tan cerca estoy, pero –

– Lo he estado averiguando, Jimin, pero no lo hice tan evidente. Lo oculté bastante bien, incluso de Jin y mi padre, pero tú estás haciendo que mi trabajo se vaya al demonio con tus impulsos – se puso de pie – ellos no deberían estar aquí – caminó de un lado a otro – esto no es señal de nada bueno, ellos lo han descubierto – terminó mientras se mordía una uña.

En mi vida lo había visto de este modo.

– ¿Por qué? ¿Qué quieres decir? – preguntó Jungkook.

– Esos hombres son simples empleados – confesó – tengo las grabaciones de las cámaras de seguridad del hotel de esas dos semanas –

– Entonces ¿lo viste todo? –

– Si, Jimin ¡Todo! Vi como los observaban, también como les tomaban fotos, pero lo que descubrí hace unos días cuando al fin logré conseguir las grabaciones de la sucursal en donde se realizó la reunión a la que no pudimos llegar – largó un fuerte suspiro y volvió a sentarse – es lo que me tiene impaciente y no sé si lograré contenerme –

– ¿Qué viste? –

– Jimin, promete que lo tomaras con calma, por favor. No te lo iba a decir, pero es mejor que estemos juntos en esto, aunque créeme, podríamos estar en peligro. Detrás de todo esto nada parece bueno y me asusta demasiado –

– ¿Tan malo es? – él asintió – te lo prometo, haré lo que me pidas – prometí, aunque en el fondo sé que quizás no vaya a cumplirlo.

Y que quizás, solo quizás, esto tendrá graves consecuencias.

– Él estaba ahí el día de la reunión – habló – ellos estaban en la reunión para ser claros –

– Nam, ¿Quiénes? – preguntamos en unísono.