Let me love you ~KooKMin~ 국민

Capítulo 34 ¿Quién?

Antes que nada, quiero agradecerles por la paciencia.

¡GRACIAS!

Y ahora, pueden continuar con la lectura <3

Luego de una ducha y de ponernos "Lindos", Jungkook y yo bajamos al gran comedor del hotel. El plan principal era ir al bar a bailar y beber, pero a cierto chico le dio mucha hambre y con el chantaje de que "se entregó a mí", me convenció de comer aquí antes de beber y solo comer porquerías por ahí.

Jungkook aún cree que debe utilizar bajos chantajes para que yo haga todo lo que él desee.

Si tan solo fuera consciente de que yo daría hasta la vida por él, no se esforzaría tanto con esos pucheros y miradas tiernas.

Él parece un niño pequeño durante la mayor parte del tiempo cuando nos encontramos solos y, durante nuestro viaje, aprovechó para volverse el doble de malcriado.

Y no es una queja. No lo es.

Adoro consentirlo.

Amo al Jungkook que me ha estado acompañando estos días, amo su alma libre y la hermosa forma en la que expresa todas sus emociones y deseos sin cohibirse en absolutamente nada.

Me da mucho pesar el pensar que, en cuanto volvamos a Corea, volveremos a ser los mismos de siempre. Que tendremos que privarnos de tantas cosas y que tendremos que guardarnos tantas otras, ya sea por la presión de nuestras responsabilidades o por la falta de tiempo.

Me odio a mí mismo por tener estos pensamientos mientras solo debería estar disfrutando de nuestra libertad, de nuestro momento, de nuestra felicidad. Pero me es tan difícil no verlo y desear que siempre seamos de este modo, que tengamos esta vida y no la que nos está aguardando en Corea.

Pensar en ese lugar me preocupa tanto. Me preocupa el haber callado a Hoseok cuando quiso contarme todo, me preocupa lo que me espera.

Me preocupa la realidad de la que cobardemente hui al decidir tomar ese avión con Jungkook, pero no hay forma de que me arrepienta de todo lo que hemos vivido aquí.

Es un pequeño secreto que le guardaremos a todos, pero Jungkook y yo dimos un paso muy grande. Sé que es la mejor decisión que alguna vez pude tomar y, si todo esto tiene una consecuencia, estoy dispuesto a pagarla solo con tal de ver a mi amor feliz.

El tamaño de su sonrisa y la forma en que sus ojitos brillaron con la sorpresa aquel día, hicieron que todo ápice de inseguridad desaparezca. La forma en la que en medio de las lágrimas su sonrisa iluminó completamente mi universo y besó mis labios con tanto amor, me hicieron saber que ninguna decisión puede ser mala si lo involucra a él y a nuestra felicidad.

– Cariño, ¿En qué estás pensando? – preguntó, sacándome de mi momento de trance.

– Solo estoy pensando – susurré sin tener una clara excusa – estoy algo cansado – gesticulé la mejor sonrisa que pude y volví a hablar – un trago me vendría muy bien ahora mismo –

– Si de verdad estás cansado deberíamos de volver a nuestra habitación – sugirió entonces – no quiero que vayamos y luego te aburras, amor –

– Te mentí – confesé sin otra salida – no estoy cansado, estaba pensando en algunas cosas de la empresa – tapar una mentira con otra no fue muy inteligente.

– Te entiendo – mordió su labio antes de soltar un pequeño suspiro – es imposible no recordar todo lo que nos aguarda allá – su mirada se entristeció de repente – a veces me gustaría encender ese bendito computador y verificar todos esos malditos correos que no dejan de llegar a mi celular –