– Jungkook ayúdame, no te cargues demasiado contra mí – era malditamente pesado, no dejaba de decir boberías, lo dejé en la tina con agua fría y salí a buscar ropa, se las entregué y esperé afuera, pasó más de media hora y él seguía ahí dentro, estaba preocupado.
¿Y si se ahogó?
Maldita sea, no podía entrar si estaba desnudo.
–Jungkook, ¿sigues vivo? –
– Estoy vivo, no te preocupes – caminó fuera del baño, parecía un poco más sobrio que antes.
– Ven, voy a secarte el cabello – me dio la espalda y se sentó a la orilla de la cama, me arrodillé y empecé a secarlo.
-Se siente bien – dijo mientras cerraba sus ojitos – pero no debería acostumbrarme – sus palabras me dolían, porque mi Jungkook tenía razón...
No debíamos.
– Solo acuéstate, apagaré la luz – negó con la cabeza.
– Puedes apagar las luces, pero el velador de mesa se queda encendido – lo miré confundido mientras apagaba las luces – Quiero verte Jimin, quiero verte dormir a mi lado para poder guardar este recuerdo para siempre – ahí estaba de nuevo, su maldita ternura.
– Estás borracho vas a dormirte primero – me acosté a su lado y me colocó en sus brazos – aun hueles un poco a alcohol – sonreí.
– Si no te gusta puedo alejarme, no quiero que estés incomodo, puedo solo admirarte –
¡Maldita sea Jungkook!
– Está bien, no me molesta tonto – me acurruqué en sus brazos y no supe cuando me quedé dormido, pero desperté al sentir un brazo medio adormecido y ahí estaba él, mirándome con una sonrisa, una hermosa sonrisa.
En esos momentos deseaba con todo el corazón aceptar su oferta, dejar que me ayude y ser feliz con él, pero ¿Y si las cosas no salían bien? No quería arrastrarlo conmigo.
EL miedo se apoderaba de mi cada vez que lo tenía cerca. Mi cuerpo temblaba con cada roce, mi corazón latía tan fuerte que temía por mi vida, pero el miedo siempre me dominó.
¿Cuántas veces mas deberé llamarme cobarde por no pensar solo en nosotros?
– Jimin ¿estás bien? – su mirada penetraba mi alma o al menos, era lo que yo sentía.
– Estoy bien, es solo que mi brazo me está incomodando un poco – me colocó de mejor manera – Está mejor – sonreí.
No entendía que estábamos haciendo, los dos estábamos locos, él por quererme a su lado luego de haberlo rechazado y yo por quedarme después de todo lo que le dije.
Hobi tenía razón, era tiempo de ver a un psicólogo.
Volver a dormirme resultó mas difícil que la primera vez. Me dolía cada pensamiento que solo me dejaba como alternativa estar lejos de él.
No quería. Claro que no quería.
Eran las 8 am, él seguía durmiendo y yo debía salir de ahí antes de que despertase. Empecé a sacar sus brazos que me rodeaban de manera lenta y lo miré fijamente una vez más, era tan guapo que me volvía loco, abrí la puerta y me encaminé a mi habitación, respiré profundo y me adentre lentamente.
Tenía miedo de dar explicaciones, no estaba listo para que me mirasen de la misma forma que lo hicieron el día anterior.
– No te quejes Namjoon, nadie te dijo que bebas como un loco sin control – Jin lo estaba regañando y lo miraba con tal furia que me dio mucho miedo, en mi vida lo había visto así.
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Let me love you ~KooKMin~ 국민
FanfictionMuchos ven la frase "el dinero no compra la felicidad" como una justificación de los ricos para quejarse por cosas sin importancia. Puede que en algunos casos sea así, pero hay quienes por más riquezas que posean, viven rodeados de adversidades que...