Capítulo 31

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Nos quedamos en el balcón, sentados y regalándonos caricias, casi hasta el amanecer. No se dijo nada más, solo nos mantuvimos perdidos en nuestros pensamientos.

Jungkook dejaba besos sobre mi cabello o solamente me apegaba más a él cada vez que intentaba cambiar de posición por creer que le estaba resultando incómodo.

Cuando decidimos volver a nuestra habitación, programe la alarma para las 11am. Mi idea era preparar un almuerzo rápido y empezar a empacar, con eso, podría tener todo listo para el atardecer y simplemente convencer a Kook de ir a cenar a algún lugar o a dar una caminata juntos.

Liberarnos de todo este estrés sería bueno para los dos.

Kook se aferró a mi como un coala, sus piernas enredadas en mis muslos y sus brazos en mi cintura, haciendo difícil que siquiera me mueva para buscar una mejor posición.

Duerme tan profundamente que despertarlo nunca fue un trabajo fácil. Intenté dormir y lo logré luego de unos pocos minutos. El cansancio pudo más.

El molesto sonido de mi celular hizo que me removiera, pero no demasiado ya que mi adorado novio seguía igual de aferrado a mí. Con todo el esfuerzo que pude realizar con la pereza que se adueñó de mi cuerpo, me estiré un poco tomando el bendito aparato y vi como la pantalla se iluminaba con el contacto de Jisoo en él.

– Buenos días – saludé con la voz ronca y débil.

Jimin, buenos días, mi amor – respondió – ¿Aún seguías durmiendo?

– Mmmh – fue mi única respuesta y sentía que los ojos se me cerraban de nuevo.

Te estamos esperando para desayunar ¿No vendrás?

¿Jimin sigue durmiendo? – escuché a Shin Hye y solo entonces, un poco de consciencia volvió a mí,

– No iré – hablé – Jungkook y yo no tuvimos una buena noche y queremos estar solos – confesé intentando ocultar la ira que nació en mi al oír la voz de mi progenitora.

Jimin – la voz de Shin de nuevo – hijo, preparamos tu comida favorita, ¿En serio no vendrás?

– No quiero ver tu rostro nunca más y esa es la razón por la que no iré – respondí sin poder contenerme.

Ji... Jimin ¿Qué...

– Tu amado esposo estuvo en mi casa anoche, imagina el resto... Busan – cerré mis ojos y tomé una bocana de aire – "Somos tus padres, Jimin. No puedes hablarnos de ese modo" – imité su voz y terminé con la llamada.

Suspiré intentando calmarme e hice malabares para poder observar el rostro de Jungkook y asegurarme de que esté durmiendo. Aliviado de verlo perdido en sus sueños, centré toda mi energía en volver a dormir y alejar cualquier pensamiento estúpido.

– ¡Mierda! – maldije, cuando estando a punto de dormir, el bendito celular de Kook empezó a sonar – Kook – llamé – tu celular –

– Déjalo – susurró, al parecer sin estar consciente. Dejé que la llamada se termine sin siquiera ver de quien se trataba, pero este volvió a sonar una y otra vez – Kook, parece urgente – me removí y lo sacudí un poco. Nada.

Jungkook parece un tronco.

Estiré el brazo como pude y mi corazón se detuvo un momento al ver el nombre de su padre en la pantalla.

– ¡Jungkook, es tu padre! – exclamé exasperado – Jungkook, por favor – él se removió y tomó el aparato en su mano. Deslizó el dedo para dar inicio a la llamada y pude verlo adormilado, con solo un ojo abierto y su expresión de fastidio.

Let me love you ~KooKMin~ 국민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora