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『 ✎*⁀➷He believed every word 』

Luego de un rato desde los últimos acontecimientos, Mark decidió acercarse hasta la habitación de su hermano donde sabía de sobra que se encontraría DongHyuck, para tocar la puerta y poder hablar con el menor, aunque no estaba muy seguro de qué decir, o como comportarse, pero aun así, tocó aquella puerta y pronto DongHyuck lo recibió.

-Ah em... Venía a decirte que si te querés bañar podés hacerlo y tomar algo ropa de Jeno, dudo mucho que le moleste.-Suelta algo nervioso.

-Mm está bien, gracias.-Responde DongHyuck con una sonrisa igual de nerviosa que la del mayor.

Al poco rato, el castaño acabó por hacer caso al canadiense y no tardó en tomar una ducha para luego cambiarse con algo de ropa de Jeno que encontró en su desordenado armario, para luego salir de aquella habitación con una sonrisa en su rostro, había hablado con Jisung por mensaje y habían acordado a verse por muy ocupado que estuviera el pelirosa.

-¿Te vas?-Preguntó Mark asomándose desde la cocina, otra vez estaba comiendo sus galletitas favoritas, casi que era un adicto a ellas, pero no podían culparlo, su madre realmente cocinaba bien.

-Iré a ayudar a Jisung con sus primos y luego iré a casa.-Responde mirando detenidamente las migas de galletas en las comisuras de los labios del mayor.

-¿Vas a quedarte ahí?-Indaga curioso. En realidad... Mark no quería que DongHyuck se fuera, le gustaba tenerlo ahí en la casa dando vueltas, desprendiendo aquel aroma a vainilla, y... Solo estando ahí.

-Debo hablar con mi madre...-Contesta pensativo observando ahora la puerta en frente suyo.-Pero si todo sale bien, ¡Vendré a visitarte para que no te aburras solo!-Agrega con una sonrisa que contagió a Mark en segundos, DongHyuck comenzaba a convertirse como una buena batería para el buen humor del canadiense, como el motor de su corazón.

Fue allí, en ese momento, en el que el mayor abandonó su frasco con galletas y se acercó a él, quedando enfrentados una vez más.

-En ese caso, te llevo hasta casa de Jisung.-Propone robándole una nueva sonrisa al menor, quien pronto asiente estando de acuerdo y juntos terminan de alistarse para salir e ingresar al vehículo de del pelinegro.

El camino hasta casa de Park fue bastante tranquilo, principalmente porque el silencio reinaba, pero a pesar de eso ninguno se sentía incómodo, Mark conducía pacíficamente, mientras que DongHyuck observaba el paisaje por la ventana volteando de vez en cuando para observar al canadiense, después de todo aquellas eran unas vistas que no podía permitirse perderse, Mark se veía extremadamente sexy conduciendo.

Una vez Mark dobló la última esquina que quedaba para llegar al hogar del pelirosa, estacionó el auto frente a aquella bella casa de dos pisos de color beige, y se giró para observar al menor a su lado, no quería que se fuera.

-Bueno... Gracias por traerme.-Agradeció con una sonrisa en su rostro listo para bajarse del auto, pero Mark no lo dejaría irse tan rápido, por lo que antes de que el menor lograra poner un pie fuera del auto tomó su barbilla en su mano y lo hizo mirarlo, conectando sus miradas, para luego dejar un tierno beso en sus labios dejando al castaño completamente asombrado por aquella acción.

Había sido un simple y corto beso, pero había logrado alterar cada partícula de su ser, alocando su corazón y subiendo la temperatura de su cuerpo.

Rápidamente, bajó del auto y se despidió de Mark una vez más, para luego dar unos cuantos pasos hasta la casa de su amigo y tocar el timbre de su casa. Una vez Jisung bajó y abrió la puerta, no pudo evitar mirar a su amigo con una ceja alzada, completamente curioso.

MarkHyuck | Rainy Day🌧 (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora