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『 ✎*⁀➷Shooting Star』

Mark maldijo al castaño en cuanto sus labios no chocaron con los suyos.

-Eso fue por no alejar a esa rubia rápido de vos.-Respondió mientras se levantaba de la cama, Mark rió por la actitud del menor.

-Algo me dice que ayer estabas muerto de celos.-Contestó Mark siguiendo al castaño quien al escuchar aquello rodó los ojos.

Estaba celoso.

¿Y qué?

-¿Si voy y me beso con una rubia no estarías igual?-Formuló cruzándose de brazos. Mark pareció pensarlo y respondió.

-No.-

-¿Eh? ¿No te molestaría ni un poco?-Se sorprendió el castaño.

-No.-Negó.-Porque sé que no te gustan las rubias.-Respondió y DongHyuck no pudo evitar reír a carcajadas, Mark era todo un caso perdido.

-¿Entonces si cruzo la puerta y beso a tu hermano te molestaría?-Preguntó mientras se acercaba a la puerta, el canadiense de inmediato lo jaló por la trabilla del pantalón acercándolo rápidamente a él.

Sus cuerpos se habían pegado y sus miradas estaban conectadas.

-Ni se te ocurra.-Respondió Mark antes de besarlo.

Luego de aquello compartieron unos cuantos besos más, uno más caliente que el anterior, y realmente ninguno de los dos quería separarse del otro pero debían hacerlo, DongHyuck debía volver a su casa y Mark debía cenar, por lo que volvió a bajar por el balcón con mucho cuidado de no ser visto por nadie y no lastimarse.

...

Al otro día DongHyuck se levantó con una sonrisa en su rostro, se bañó, y bajó a desayunar, necesitaba energías para poner en marcha el plan que tenía en mente.

Sus padres quienes lo acompañaron en el desayuno lo miraban confundidos, una noche su hijo radiaba furia y al otro día parecía la persona más feliz del mundo. Tampoco les molestaba, les hacía bien ver a su hijo tan contento, incluso el menor había logrado contagiarles la sonrisa.

Por la tarde su madre se acercó a la cocina lista para prepararse un té, la mujer ya se encontraba mucho mejor y solo le quedaba una semana más con aquel parche en su ojo. Al llegar a la cocina se encontró con la escena de su hijo... ¿Cocinando?

-¿Estas cocinando?-Preguntó extrañada mientras pasaba por su lado husmeando todo lo que había sobre la mesada. Desde sanguches de miga, hasta había cortado rebanadas de sandías y las había encrustrado en palillos como si fuera un helado de sandía. También había preparado unos muffins y había comprado donas.-¿Desde cuando sabés hacer muffins?-La impresión se notaba en el rostro de Irene.

-No sé, ese fue mi intento numero nueve, realmente espero que hayan salido bien.-Contestó el menor dejándose caer en una silla.-También horneé galletas.-

-Uh donas.-Soltó su padre en cuanto ingresó a la cocina recibiendo de inmediato un golpe en sus manos.-Auch.-

-No son para vos.-Respondió su hijo.

La mujer rió mientras batía su taza y se sentaba en una de las sillas de la isla al lado de su marido.

-¿Y para quién es todo esto entonces?-Preguntó su padre admirando toda la comida sin poder probar ni un solo bocado.

-Uh mamá ¿Aún tenés esa canasta que usaste para el picnic de mi cumpleaños numero 10?-Preguntó sonriente.

-Oh si, está arriba de mi armario.-

MarkHyuck | Rainy Day🌧 (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora