CAPITULO 13

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 SABADO 10:00am

Mis ánimos están de la puta madre, no tengo ganas de nada, ni de hablar, de nada.

Desde ayer de lo que paso con Diego no quiero hacer nada, me siento débil, pero tampoco puedo quedarme así esperando que vuelva cuando probablemente no lo hará.

Me duele pensar que talvez se fue y no lo vuelva a ver nunca más por talvez...por qué talvez...se...se fue.

Pensar en eso es como que te claven una daga en el estómago y ver como se desangra poco a poco, duele tanto pensar en cómo una persona sufre, y grita dentro de sí mismo que ya no quiere mas nada.

Me levante y me fui a duchar, sacando toda mi preocupación para que se las lleve el agua.

Como si sirviera...

Fui a comprar con mis padres las cosas que faltaban para el almuerzo, estuvimos jugando samy y o con el carrito por los pasillos, como en los viejos tiempos.

Preparamos la comida entre todos cantando las canciones de los 80s con mi familia, luego nos sentamos todos juntos a disfrutar de la pasta a la boloñesa que estuvimos preparando. Luego me fui a mi habitación a leer un libro que aún no terminaba.

Eran las 17:20 así que comencé a alistarme para ir con Marina a la playa, me puse el bikini y encima un vestido blanco que llegaba hasta los muslos, era un poco transparente pero no se traspasaba a ver nada, me arregle el cabello, me lo había planchado asique lo tenía muy lindo y brillante, me puse una cadenita de plata y mi perfume favorito.

Lleve una mochila con unos libros y ropa de cambio.

Fui caminando a casa de Marina quien me recibió con un beso y un abrazo, dejándome entrar, ella fue a buscar sus cosas mientras la esperaba en el sillón de la sala.

Marina bajo y nos subimos a la camioneta de su hermano, era gigante, tenía tres corridas de asientos y Marina le había puesto luces led, a Marina se le ocurría cada cosa para hacer, de verdad no sé de dónde saca tantas ideas para hacerlas, pero, aun así, la camioneta estaba genial, parecía discoteca.

Su hermano Maxi salió de la casa con unos pantalones negros y una camisa blanca con los botones desabrochados y se subió al manubrio y comenzamos a ir a la playa.

Maxi se estaciono en los estacionamientos de la playa y nos bajamos con Marina, comenzamos a correr con nuestras mochilas en la espalda, ya podía sentir la mirada de su hermano pensando que somos unas tontas, pero no me importo.

Con marina nos fuimos a la orilla del mar y caminamos con nuestras zapatillas en las manos, maxi iba con los brazos en los bolsillos más en la arena, dimos vuelta la gran roca que había y llegamos, había una fogata y un mini refrigerador con cajas de cervezas al lado, y estaban los amigos de Maxi.

Nos acercamos a la fogata y maxi nos presentó.

- Él es Santi y este es Diego. –dijo apuntándolos. –

Diego.

Mi mirada se fue rápidamente del chico rubio hasta la peli castaño de ojos verdes que ya tenía la mirada en mí.

Todos se dieron cuenta de nuestra mirada, e hicieron silencio absoluto.

¿Qué hacía aquí?, ¿me utilizo y luego me hizo a un lado haciéndome creer que estaba mal?, ¿estaba fingiendo? Esas preguntas invadieron mi cabeza mientras seguía mirándolo fría y dolorosamente.

No quería hacer ningún escándalo, pero me rompía el corazón verlo ahí, tan tranquilo y relajado.

Aleje mi mirada y me dirige a Marina que me miraba con cara de ¿de qué me perdí?, le di una sonrisa para que ignorara todo eso y actuara como si nada de eso hubiera pasado.

DIEGO: Deseo que te quedes conmigo   [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora