DIEGO BELANGER.
Me quede parado viendo como Nieves se alejaba con sus manos en su bello rostro mientras lloraba.
Sus palabras resonaban en mi cabeza una y otra vez, buscando explicaciones, respuestas, pero no podía pensar en nada, solo la escuchaba a ella, gritándome desesperada.
Pensar que ella tiene el sentimiento de que la utilice me hace sentir mal, mi pecho pesa, y se siente débil. Lidiar con algo así y con todo lo que pasa en mi vida, me dan ganas de desaparecer, ya no quiero más, quiero estar en paz, en calma, dormir y ser feliz.
Pero no puedo dejarla a ella así, ver como de alguna manera le afecta mi situación me pone mal, no entiendo por qué ella está así por mí.
Sé que me dijo que me apoyaría, pero, no pensé que lo digiera enserio.
Fui a la fogata con los demás y todos me miraron con cara de ¿Qué mierda paso?, pero no iba a darles explicaciones, tomé la mochila de Nieves y me dirige hacia ella, estaba oscureciéndose lentamente y solo veía un punto rojo a la distancia que probablemente era ella.
Camine por unos 5 o 6 minutos y ella más adelante se sentó con la espalda apoyada en una roca gigante, con las piernas dobladas en su pecho y la cabeza en alto mirando el mar.
Me acerqué a ella lentamente esperando a que no se levantara y se fuera, pero no lo hizo así que me senté junto a ella y por un momento hubo un silencio tenso pero tranquilo.
Nieves suspiro y me miro.
Paz...calma...seguridad.
Su mirada lo era todo, hacía que en mi mente quedara en blanco, se esfumaba todo, como un calmante.
- Lo siento. –le dije en voz baja. –
Ella no me dijo nada, pero paso su brazo por mis hombros y los envolvió dejándome con la cabeza en su pecho mientras nos recostábamos en la roca.
- Mi mamá tiene cáncer. –le dije más tranquilo por su abrazo. –
Sentí su cuerpo tensarse por lo que le dije, pero seguía sin hablarme, llevo su mano a mi cabello y comenzó a acariciarlo, delicadamente, viendo los tonos naranjas y rosados del cielo, junto a ella.
- ¿Quieres hablar sobre eso? –me dijo calmada. -
- No, quiero quedarme así, contigo.
No me dijo nada, pero seguía acariciándome el pelo.
- Gracias. –le dije en voz baja. - por quedarte.
- Gracias. –hizo una pausa. – por dejar quedarme.
Su voz, su tacto, todo en ella me gusta, pero... ¿porque siento la necesidad de querer tenerla para mí, siempre, en todo momento?
Le quiero...
Nos quedamos así, abrazados, pero se comenzó a oscurecer y sentía como su cuerpo se estremecía por el frio.
Tome su mochila saliéndome de su abrazo y se lo ofrecí para que se vistiera.
- Gracias por traerlo. –me sonrió. –
Vi a la distancia lo que parecía ser una cabaña de surf, así que me levante y le estire mi mano para que la tomara.
Se tomó de mi mano, entrelazándola.
Camínanos hacia la cabaña de surf, ella llevaba su mochila en su mano libre, yo estaba con zapatillas, pero ella iba descalza.
Abrí la cabaña, pero Nieves me tuvo que pasar un gancho de cabello para abrir la puerta, nunca pensé que eso funcionaria, en las películas lo había visto y quede orgulloso por no quedar como idiota ante ella.
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DIEGO: Deseo que te quedes conmigo [COMPLETA]
RomanceHistoria de amor y odio, llena de pasión, conexión, sentimientos y emociones. (Contiene escenas +18) Diego es un chico que sufre depresión y problemas familiares, todo comenzó un poco antes de que su hermano intentara suicid...