Diego Belanger acababa de besarme y no tenía idea del motivo, fue muy sorprendente porque estaba enojada e iba a irme, pero en cuanto me beso, todo lo que podía ser negativo se fue, fue tan liberador, sus manos tocándome se sentía tan bien, nadie me había besado nunca y el hecho de que ese haya sido mi primer beso era maravilloso.
Diego se quedó mirándome a los ojos, yo estaba roja, mis mejillas ardían y no sabía cómo reaccionar, estaba atónita, completamente en blanco, había un silencio, ara mi era incomodo, pero el parecía aliviado.
- Debo irme. –Le dije en voz baja. -
Él se quedó mirándome unos segundos un poco decepcionado por lo que yo le dije, pero no podía quedarme, tenía que pensar, estaba muy paralizada por la situación.
El me bajo de sus brazos, pero seguía mirándome fijamente.
- Nunca nadie me había dicho que estaba dispuesto a escucharme, gracias...- Cambio su tono de voz y hablo más firmemente. - Nieves.
No sé por qué me llama por mi segundo nombre, todo el mucho me dice Victoria o Vicky, no me acostumbro a que me diga Nieves, pero al ver cómo me hablo, su tono un poco débil y angustiado me preocupo.
- ¿Está todo bien?
Tardo unos segundos en hablar, como si estuviera pensando en si responderme con la verdad o no.
- Si tranquila, solo me deje llevar por el impulso.
Eso me dolió.
Idiota.
- Si, igual yo.
- Pero no me detuviste. –alzo una ceja y sonrió de lado. -
- No provoques. –le dije con un tono juguetón. -
Él me sonrió y se dio la vuelta para ir a sentarse en las escaleras de mármol, pero se detuvo al escuchar mi voz.
- ¿Podemos venir aquí el jueves? –silencio incómodo. - Si no te molesta, este es tu lugar después de todo. –le sonreí dulcemente. –
- Si, como quieras.
- Bien. Adiós. –Silencio incómodo. –
- Adiós...Nieves.
- ¿puedo preguntar algo?
- ¿Qué pasa?
- ¿Porque me llamas Nieves? me llamo Victoria.
- Cuando te pregunte cual era tu nombre, me dijiste Nieves. -me dio una sonrisa burlona. -
- Ya, pero me llamo Victoria, no estoy acostumbrada a que me llamen Nieves.
- Entonces acostúmbrate. -su sonrisa de burla era más notable. –
Puse los ojos en blanco y me di la vuelta para irme.
***
Llegue a casa y mis dos padres me esperaban sentados en el sofá del salón, los dos con los ojos puestos sobre mí.
Mi padre, León Thomas, me miraba con preocupación y frialdad. Mi madre, Mathilde Thomas me miraba preocupada y un poco enfadada, me olvide por completo avisarles que iba a salir y llegar un poco tarde.
- ¿Dónde estabas? –dijo mi padre con voz gruesa. –
- Hoy tenia clases con un chico y me llevo a un parque a estudiar, dijo que...-me interrumpió mi madre. -
- ¿Deberías habernos avisado, sabes lo preocupante que es no saber dónde estás a estas horas?
- Lo siento, lo olvide por completo, no volverá a pasar.
- Bien. –dijo mi padre. -
Mi padre no estaba mucho en casa, él es el encargado de inscribir a estudiantes para la universidad por lo que está mucho tiempo en su trabajo, mi madre tiene más tiempo, es psicóloga y ayuda a niños de la edad de samy.
***
Iba caminando al instituto con Marina y Miguel, cuando llegamos Bianca me agarra de un brazo y comienza a llevarme con ella hacia el baño, la mire sorprendida por la manera en la que me tomo.
- ¿Qué paso?
- Estoy hablando con un chico. –me dio una sonrisa embobada. - es muy lindo.
- A ver. - le di vuelta los ojos a modo de juego con una sonrisa. -
Me mostro su teléfono y aparecía la foto de un chico alto, rubio con ojos azules, ella noto el asombro en mi cara, porque el chico realmente estaba lindo.
- ¿Qué te parece?
- Wow, No tengo palabras.
- Es lindo ¿no?
- Si te digo que no, estaría mintiendo. Ojalá que te trate bien y te haga feliz.
- También espero eso. –me dio una sonrisa ansiosa. -
- Bien, tengo que ir a clases, ¿me acompañas a mi casa luego?
- Claro, nos vemos.
Salí del baño y me dirige hacia el salón de clases, tuve clases de filosofía, artes y música, solo puse atención en filosofía porque lo demás me aburría.
Saliendo del instituto estaba Bianca esperándome en la entrada, llevaba puesto una polera negra con un poco de encaje y unos pantalones un poco anchos, se veía preciosa, ella era muy bonita.
Comenzamos a caminar hacia mi casa, conversamos un poco del chico al que estaba conociendo, se le veía muy entusiasmada por él.
No quise contarle lo del beso con Diego por que no había sido muy importante, solo...nos dejamos llevar, como dijo él.
Bianca me estaba hablando y se detuvo al ver al chico que estaba sentado en la entrada de mi casa con una sonrisa pícara y juguetona.
- Hola chicas.
- Hola Diego.
Diego se levantó y camino hacia Bianca, la mira a los ojos y le besa la mejilla.
Bien, eso no me gusto.
¿Celos?
No, no eran celos, solo no me gustaba la sensación.
Diego se acercó a mí y beso mi mejilla también susurrándome.
- Hola Nieves. –se alejó de mi cara y me dio una sonrisa divertida. –
Me gire para ver a Bianca que lo miraba como si fuera el único chico en la tierra, lo que me faltaba, mi mejor cayendo en el juego de este idiota con complejo de superioridad.
- ¿Qué paso Diego?, es martes.
- Pase a verte, ¿o acaso no puedo?
Eso me tomo por sorpresa, no me lo esperaba para nada, Mire a Bianca de nuevo y le dije que nos veríamos mañana, ella pareció un poco desilusionada, creo que quería quedarse, pero no iba a dejarla que se quedara viendo como tonta a este otro idiota, así que se despidió de nosotros y se fue.
Diego entro a mi casa, se sentó en el sofá del salón, iba a cambiarme pero me detuvo y me dijo que se me veía bien la falta del instituto, cuando lo dijo mis mejillas se pusieron super rojas, sentí como se calentaban, me quede con la ropa que tenia y nos quedamos hablando en mi casa.
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DIEGO: Deseo que te quedes conmigo [COMPLETA]
RomantiekHistoria de amor y odio, llena de pasión, conexión, sentimientos y emociones. (Contiene escenas +18) Diego es un chico que sufre depresión y problemas familiares, todo comenzó un poco antes de que su hermano intentara suicid...