Capítulo 13 - Sospechas

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Sara Guzmán

Abro los ojos, tengo mucho sueño pero creo que ya es hora de despertar, voy a ver al torombolo que tengo al lado, pero no está.

¿Se fue sin despedirse? ¿Qué le pasa? ¿Cómo se sentiría él si lo hubiera dejado solo ayer?

¿Por qué te importa tanto?

No me importa solo que me parece de mala educación que se vaya.

Aja

Iba a seguir discutiendo con mi conciencia pero escucho como abren la llave de la tina, me paro y ahí está el pelinegro.

- Eres muy confianzudo, ¿No te parece? - le digo, mientra me agacho al lavamanos a lavarme la cara, dándole una perfecta vista de mi trasero.

- ¿Me quieres hacer pecar desde temprano? - me dice y yo solo me rio - No soy confianzudo, tu tambien te bañaste en mi apartamento - me dice el muy sinico

- Si, pero yo te pedi permiso - le respondo

- Estabas dormida - me dice mientras se sumerge en la tina, el hecho de pensar que está desnudo a un metro mío me vuelve loca - ¿Me acompañas?

Yo no le respondo, solo me quito la ropa sintiendo su mirada, me quito todo y me meto al otro extremo de la ducha, no es tan amplia haci que nuestros pies se alcanzan a rozar.

- ¿Dormiste bien? - me pregunta

- Si, tuve sueños interesantes - le digo y no son mentiras, tuve ciertos sueños húmedos.

- ¿Quieres compartir tus sueños? - me pregunta mientras me sonrie, ¡Joder! El sabe que esa sonrisa me pone húmeda y lo hace de aposta.

- Adivina, te doy una pista, estábamos en esta tina - Si el quiere show, le vamos a dar hasta pa llevar

- Mmmmm yo estaba desnudo, como estoy ahora - dice y con sus manos coje mis pies para jalarme mas hacie el, haciendo que nuestras partes choquen

- Esta jugando con fuego - le dice

- No me da miedo quemarme, vengo del mismísimo infierno, ¿Por qué crees que te hago pecar tanto? - me dice- ¿Por qué crees que te pongo tan húmeda siempre?- me dice y pasa uno de sus dedos por mi feminidad

- Mmmm Daniel sigue - le digo en un susurro

El me hace caso, introduce dos dedos en mi, empieza sus movimientos, él tiene un no se que, me vuelve loca, su forma de mirarme, de tocarme, es algo que ningún otro había despertado en mí.

Siento como aumenta sus movimientos, con su pulgar toca mi hinchado clítoris, siento ese cosquilleo en mi parte baja.

- Ahhh Daniel, que rico ¡Joder! - le digo, parezco un puta gritando, pero no me puedo contener

- Gime para mi stellina, gime y que todos tus vecinos se den cuenta de que te estoy causando los mejores orgamos de tu vida - me dice

Y eso es suficiente para que estalle con sus dedos dentro de mí, muchas sensaciones pasan por mi cuerpo.

- ¿Que? - le digo, me está mirando raro

- Ver tu cara cuando te vienes es excitante, mas si soy yo quien lo hago - me dice.

- Aja - le respondo, sus frases de fuckboy no me traman.

Si te traman mentirosa

Que no maldita sea

- Me vas ayudar con esto- y señala su imponente miembro que está más que despierto, le iba a responder pero sonó el timbre.

- Tendrá que recurrir a tu mano - le digo y le pico un ojo

El juego del Amor (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora