Capítulo 9: No es fácil

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Narra Emma en el cuerpo de Dylan

Entré a su casa y la observé, era pequeña, pero era bastante linda, no me quejaba. Empecé a escuchar pasos, pasos que nunca había escuchado.

Un perro apareció en mi vista ¿Cuándo menciono que tenía un perro?

-Hola- le dije intentando sonreír para que no me matara, no soy fan de las mascotas.

El perro empezó a ladrar fuerte, yo no me movía de dónde estaba.

-Boy, ¿qué pasa?- escuché la voz de Julia y apareció frente a mi- ¿Por qué le ladras así?- le preguntó al perro y lo acarició. Este se calmó y yo respiré aliviada- ¿Olvidaste ponerle comida?- me preguntó.

-Si quizás es eso, no estuve en todo el día.

-¿Se podría saber por qué?- una mujer se presentó en la escena cruzada de brazos- Es el segundo día consecutivo que llegas tarde.

¿Tarde? Son las seis.

-No volverá a pasar- respondí finalmente y subí rápido.

Entré a la habitación de Dylan, cerré la puerta, agarré su celular y me agendé con mi nombre.

Dylan: Gracias por decirme que tenías un perro, casi me agarra un infarto

Dejé el teléfono a un lado y me acosté en la cama. Al segundo mi puerta se abrió y Joey entró.

-Si, claro, pasa- le dije.

-Es importante- me respondió emocionado y entró Megan apurada.

-¿Le dijiste?- le preguntó a Joey y él negó con la cabeza.

Me senté en la cama y los miré para que siguiera hablando ¿Con qué estupidez venían?

-¡Sam me pidió tu teléfono!- dijo Megan emocionada.

-¿En serio?- trate de reaccionar con ganas y ellos asintieron.

Mi teléfono sonó en la mesa de noche y ambos se miraron. Ay no, ¿y si es Dylan? Lo agarre rápido y miré, era él.

Emma: Jajaja que pena que eres yo, me gustaría ver cómo te ladra

-¿Y bien?- preguntó Joey.

-No era ella- contesté.

-¿Quién era?- cuestionó Megan.

-Nadie, no importa- contesté rapido.

Megan se acercó y se sentó en la cama.

-¿Que te está pasando?- me preguntó seria.

-Nada- respondí normal- No sé de qué hablas.

-Habla que desde esta mañana no sé... se siente como que... no eres tu- aclaró Joey.

-¿Por qué azoté un casillero no soy yo?- cuestione intentando sonar como que ellos estaban locos.

-Por eso, porque en la cafetería apenas comiste, en todo el día apenas hablaste, te digo que Sam me pidió tu número y actúas como si no fuera importante...- empezó Megan y Joey interrumpió.

-Y también quizás porque te vimos salir caminando de la escuela con Emma Dawson y ahora alguien te manda mensajes y no podemos saber quien es- hizo una pausa y ambos se miraron- Mira, si te gusta Emma...

-Wow, wow wow- interrumpí levantándome de la cama- Escúchenme, no me gusta Emma Dawson- No me gusta Dylan O'Brien- Si ustedes dos se aman tanto que no quieren admitirlo no intenten meterme a mi en una relación con otra persona, ¿quieren?

Se quedaron callados mirándome un rato hasta que Megan se levantó de la cama.

-Cuando quieras contarnos que te sucede, estaremos para ti- me dijo- Mientras tanto, al menos a mí, no me hables.

Narra Dylan en el cuerpo de Emma

Entré a la casa de Emma e intenté entenderla ¿Cómo hice para salir de aquí sin perderme? Al segundo apareció una señora saliendo de la que, creo, es la cocina, sabía que no era la madre de Emma. Tenía que ser Hellen.

-Hola, Emma- me dijo sonriendo- ¿Te gustaría comer algo? Hay galletas recién salidas del horno.

-Amm...- empecé, era una señora muy amable y después de este día, me lo merezco- Claro.

La seguí hasta la cocina y me senté en una de las sillas de la barra. Ella me puso un plato lleno de galletas con chispas de chocolate en frente.

Entró Bobby corriendo de repente y empezó a buscar cosas dentro del refrigerador.

-Hellen, ¿hay bicarbonato de sodio?- le preguntó.

-No creo- le respondió y él sé quejo.

Se llevó jugo de naranja, un tupper con algo que o logré ver qué era y queso.

-¿Con qué estará experimentando ahora este chiquitín?- preguntó Hellen riendo.

Agarré una galleta y me levanté.

-Voy a averiguar- le respondí y subí la escalera.

La primera era la habitación de Emma, así que imaginé que la puerta que seguía era la habitación de Bobby. No estaba del todo cerrada, así que simplemente la abrí lentamente.

Wow. Esa es la primer palabra que se me ocurrió al ver su cuarto. Literalmente era el cuarto que siempre quise tener de niño y hoy en día: azul, lleno de pósters con súper héroes, televisor, etc.

-¿Qué haces aquí?- me preguntó él al verme- Sal.

-Harina leudante- le dije.

-¿Qué?

-Si quieres bicarbonato de sodio puedes reemplazarlo con harina leudante- le expliqué y él me miró aun más confundido que antes.

-¿Es en serio?- asentí.

-¿Qué haces?- le pregunté señalando su escritorio donde tenía todas las cosas que se llevó.

-¿Desde cuándo te importa?

-Eres mi hermano, ¿por qué no me importaría?

Él empezó a reírse muy exagerado.

-Ok, si- volvió a reírse- Vete de aquí- agregó serio y me cerró la puerta en la cara.

Fui al cuarto de Emma muy confundido, en serio no se llevan bien. Agarré el celular de Emma y tenía un mensaje de mi número.

Dylan: Gracias por decirme que tenías un perro, casi me agarra un infarto

Me reí, al parecer lo que dicen es cierto, los animales sienten cosas que los humanos no.

Emma: Jajaja que pena que eres yo, me gustaría ver cómo te ladra

💫💫💫

Dylan: El tema "romance" es delicado cuando se trata de Joey y Megan, no?

Ay, Dios, ¿y ahora? ¿Ya metió la pata con mis amigos?

Emma: Qué hiciste?
Dylan: Nada, pero empezaron a decir que estabas raro y que ya estabas enamorado de mi porque nos vieron salir juntos de la escuela
Dylan: Por cierto, espero que nadie más nos haya visto
Dylan: Como sea, les dije que si ambos se amaban y no lo admitían no era mi problema. Megan se enojó y se fue y Joey básicamente me sermoneó por media hora
Emma: Está bien si lo dices bromeando porque yo también creo que se gustan, pero no les digas eso
Emma: Mañana te disculpas con los dos
Dylan: 🙄

Cambios (des) afortunados 💫 [Dylan O'Brien y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora