Capítulo 27: Solo... dulce

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Narra Emma

-Dylan...- él se dió vuelta y caminé hasta estar frente a él- Lo que dije ahí fue cierto, ¿ok?- empecé- Lo hice para que te dieras cuenta que no me avergüenza estar contigo, ni que me vean cerca de ti. Estuve todo el baile buscándote para arreglar las cosas. Quiero estar a tu lado siempre, porque, Dylan... Me gustas, muchísimo ¿Me darías otra oportunidad para demos...

-Rompiste mi corona- me interrupió serio.

-¿Qué?- pregunté confundida, ¿de dónde venía eso?

-Técnicamente la corona es mía- me contestó- Yo hice tu campaña.

-¿Eso que tie...- me detuve al ver que sonreía y nos empezamos a reír- Lo lamen...

-Solo bésame, ¿quieres?

Sonreí y le hice caso. Lo agarré del cuello y junté mis labios con los de él. Aunque tan solo habían pasado pocos días, extrañaba besarlo, extrañaba ese sentimiento que él me generaba con el más mínimo tacto.

Sentí sus manos en mi cintura y el beso cada vez más dulce. Dylan tenía labios tan suaves, era delicado y tranquilo. Cosa que quise cambiar porque cada vez me tentaba a más.

Intensifiqué el beso un poco y él lo respondió igual. Me separé un poco, lo tomé de la mano y empecé a caminar por el pasillo.

-¿A dónde vamos?

Le respondí abriendo la puerta de un salón y entrando en este. Cerré la puerta y me acerqué a él de nuevo.

Lo agarré de la corbata y lo traje hacia mi lo más cerca posible.

-No me equivoqué con el traje.

-No me equivoqué con el vestido.

Sonreí y esta vez lo abracé por el cuello para besarlo con la misma intensidad que dejamos antes de que parara. Él me volvió a agarrar de la cintura y no esperó para empezar a tocar mi lengua con la de él.

El deseo me invadió, eso hizo que empezara a sacar su saco, cosa que él no resistió. Una vez el saco en el piso, Dylan me llevó hasta el escritorio y me senté en el.

Dylan empezó a tocar mis muslos y piernas, en realidad, a acariciar, era demasiado tierno y delicado.

Poco tiempo después, sus besos bajaron al cuello y ahí era donde yo me descontrolaba siempre. No solo bajé ambos breteles de mi vestido para que siguiera bajando, si no que empecé a aflojar su corbata y desabotonar su camisa.

Ahí es cuando él se separó de mi con un movimiento rápido.

-Em- su respiración era entrecortada, nada más sexy.

-¿Qué? ¿Por qué paras?- pregunté mientras entrelazaba nuestras manos.

-Estamos en un salón de clase, en el medio del baile de graduación- me respondió y soltó mis manos para poner mis breteles en su lugar- No creo que sea el lugar ni el momento.

-Opino igual- no le mentía, claramente no quería tener mi primera vez con él ahí- Solo quería tener un lindo momento, es todo- agregué.

Él sonrió.

-Pero... no es cualquier salón de clase- aclaré.

-¿Ah no?

Puse los pies en el piso y fui caminando hasta un banco en específico y me senté.

-¿Ahora?

Él soltó una risa y se sentó en la misma ilera de bancos pero dejando uno entre los dos.

-Así que, esto me costó estar en detención: una chica.

Me levanté del banco y fui hasta el de él. Me apoyé y me acerqué a él lo más que pude.

-Gracias por haber tomado ese cohete a la realidad- le dije.

-Gracias por tomarlo conmigo- me respondió y me dió un corto beso en los labios.

Era increíblemente loco pensar que hace dos semanas atrás no quería ni hablarle y ahora estábamos en proceso de algo tan lindo.

Dylan agarró el saco del piso y se lo puso. Volvimos al baile y la primera que se nos acercó fue Rachel ¿Y ahora?

-Fue un discurso interesante- soltó con un tono entre bueno y malo- También eres muy hermosa, Emma- agregó esta vez con un tono completamente tranquilo y sincero.

Le sonreí y ella casi me devolvió el gesto, algo es algo.

-Supongo que podemos entrar en paz de una vez por todas- agregó- ¿Te parece, Dawson?

-Me parece, Wabber- contesté.

Me tocó el brazo con cariño y se fue.

-Eso fue algo que en serio no esperaba- comentó Dylan.

-Nosotros no esperábamos esto- dijo Megan acompañada de Joey, Nate, Moon y Alan y Sam.

-Creo que si ustedes están juntos podría tener una oportunidad de pedirle perdón a Joey- dijo Moon y miró a su hermano. Él la abrazo por el hombro como respuesta.

-Y yo de decirle a Meg lo que siento. Gracias, Dylan.

-Y yo puedo no romperte la cara por enamorarte de la novia de mi amigo- comentó Alan, Nate lo codeó.

-Lo necesitábamos los dos- me dijo él- Salir de eso.

Asentí sonriendo.

-Y yo necesitaba a mi mejor amiga- agregó Sam.

-También yo.

💫💫💫

La noche siguió normal, aunque la Señorita Cooper nos miraba demasiado. Quise ir varias veces a hablarle pero Dylan me detenía, hasta que en un momento lo convencí de ir.

-No esperaba que se llevaran tan bien- comentó.

-¿Está segura?- pregunté.

Ella sonrió.

-Yo no hice nada, fueron ustedes- respondió.

-¿Hicimos que?- preguntó Dylan.

-Resolver sus problemas.

-¿Por qué nosotros?- cuestioné.

-Porque me hicieron quedar en la escuela dos horas extra.

Era obvio que había sido ella y aunque parezca loco, le agradecí.

Cambios (des) afortunados 💫 [Dylan O'Brien y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora