Cambios (des) afortunados 💫 [Dylan O'Brien y Tú]

Capítulo 24: Agridulce

Narra Dylan en el cuerpo de Emma

Me gustaría decir que la noche terminó con mi charla con Bobby, pero no, ahora estaba enojado conmigo por no dejarla explicar y lo último que necesitaba era a sus padres.

Ambos entraron por la puerta con Hellen que había salido a comprar, era tardísimo. Ella no merecía tener padres que no la apreciarán.

-Cariño, ¿estuviste llorando? ¿Estás bien?- me preguntó su mamá acercándose.

-¿Les importa?

-Por supuesto que nos importa- respondió su papá.

Me levanté de la mesa y me acerqué a los dos.

-Si les importa tanto, ¿por qué nunca están?- cuestioné.

-Porque trabajamos- me contestó su papá- ¿De dónde viene todo esto?

-Viene de que no me conocen, no están cuando los necesito- empecé- Gracias a eso, busco atención en otros y no he tratado exactamente bien a todo el mundo.

-Hija...

-¡No!- la interrumpí. Miré a Bobby un segundo y volví a ellos- ¿Sabían que el viernes Bobby tiene la feria de ciencias?

Ellos lo miraron a él y Bobby se encogió de hombros.

-No lo comentó- dijo su papá.

-No lo comentó porque nunca están para escucharlo- contesté- Hellen ha estado más para nosotros que ustedes y quiero que eso termine, no quiero dinero, quiero a mi familia.

No lo sabía con exactitud, pero Emma había cambiado tanto como yo. Ella quería a sus padres.

-Haganlo por Bobby, ya es tarde para mí.

Con eso me fui a la habitación de Emma y cerré la puerta.

Al día siguiente

Escuché la alarma sonar y la apagué. La puerta se abrió le golpe.

-Sabes que el viernes es tu graduación, ¿no? No ví que compraras un traje.

-Julia, no molestes- respondí y me di cuenta de lo que dije.

Abrí los ojos y miré a mi alrededor. Mi cuarto, era mi cuarto. Salí de la cama y me mire al espejo: yo, en serio yo.

Miré a mi hermana y la abracé.

-¡Ay, te quiero, te quiero, te quiero!

-También yo- me respondió confundida.

Voltié a ver a Boy en su cucha y le sonreí. Él vino corriendo hacia a mi, sabía que era yo otra vez, lo extrañé tanto.

Bajé las escaleras y abracé a mis padres.

-Tengo la beca, les explico despues, los amo- les dije rápido y fui a cambiarme, tenía que hablar con Emma.

Narra Emma

La alarma sonó y tantié la mesa de noche para apagarla. Suspire y abrí los ojos. Me levanté tan rápido como pude al darme cuenta que estaba en mi habitación.

Fui hasta el espejo y me ví. Me abracé a mi misma, extrañaba mi cuerpo demasiado.

Salí del cuarto y toqué la puerta de Bobby reiteradas veces. Él la abrió algo dormido y frotándose los ojos.

-¿Qué?- preguntó con voz de zombie.

-Bobby, soy yo, en serio soy yo- le dije emocionada.

-¿Emma?- asentí y me abrazó.

-¿Tu lo hiciste?- le pregunté cuando nos separamos. Él negó con la cabeza- ¡Mamá y papá!- exclamé y me fui corriendo abajo.

Bobby intento detenerme, ¿por qué me detendría?

Cuando llegué a la cocina estaban desayunando. Los abracé fuerte.

-Los amo.

-Nosotros también- respondió mi papá- Y por eso, a partir de ahora, estaremos más tiempo aquí.

-¿En serio?- pregunté sonriendo.

-Si- contestó mi mama- Mucho más tiempo.

No sé de dónde salió esa decisión pero era la mejor noticia que podían darme.

Antes de volver a subir abracé a Hellen y pensé en Dylan, en serio fui mala con él el día anterior, aunque él también conmigo. Una vez cambiada, salí de la casa y fui corriendo hasta la suya. Al parecer, ambos tuvimos la misma idea, lo ví a unos metros y paramos de correr cuando quedamos frente al otro.

-Dylan... Lo lam...- me interrupió con un abrazo el cual correspondí, se sentía muy bien.

-Gracias- me dijo al oído y un escalofrío me recorrió el cuerpo- Bobby me dijo lo que hiciste, lo lamento, Em- rompió el abrazo- Es increíble que hayas pagado por todo... resolviste tu error y yo...

-Olvídate de Nate- lo interrumpí- No lo hice solo para solucionarlo por mi, lo hice por ti. Mereces estudiar ahi después de lo duro que trabajaste.

Él me sonrió y le devolví el gesto.

-Ok, cambiando de tema- dijo- Lo hicimos.

-Lo hicimos- asentí- ¿Qué hicimos exactamente?- agregué.

Él se rió.

-No lo sé- respondió y hubo una pausa- Creo que si hicimos cosas que el otro quería- reflexionó- Tu me consiguiste la beca y... yo enfrenté a tus padres para que estuvieran más contigo y con Bobby.

-¿Hiciste eso? ¿Por mi?- sonreí.

Él asintió. Ni siquiera yo sabía que eso era lo que realmente quería, pero él si, él sabe quién soy.

Maldije la voz que me decía que no lo hiciera, di un paso adelante, lo agarré de la nuca y lo besé. En el momento que mis labios tocaron los de él, sentí todo lo que decían en los libros cuando los protagonistas se besaban: energía, mariposas, algo increíble, porque me devolvió el beso poniendo las manos en mi cintura.

Me di cuenta muy tarde de lo que había hecho. En mi mente apareció Nate, Moon, Alan y por más que odie admitirlo, apareció Rachel.

Me separé rápido.

-Lo lamento, Dylan, yo...

-No te disculpes- me interrupió sonriendo. Dios, que lindo que es.

-No, no entiendes, yo no puedo... no podemos- dije- Ahora todo puede volver a ser como antes.

-¿Quieres que todo sea como antes?- preguntó confundido- ¿No vas a hablarme nunca más?

-No, no dije eso...

-No quieres estar conmigo porque no estoy "a tu altura"- siguió enojado- Dios, creí que habías cambiado, que no eras así.

-Y así es, es que...

-Adios, Emma.

Se dió media vuelta y se fue caminado por donde vino.

-¡Dylan!

Pero él, no volvio.