La cena finalizó mejor de lo que esperaba pese a las verdades aterrorizantes de la ciudad. Rajul me acompañó hasta la puerta de mi habitación, depositó un suave y tierno beso en la frente, y se dispuso a marcharse. Me quedé inmóvil un momento pensando en todo lo que había pasado. Él iba por la mitad del pasillo cuando tomé su brazo para que girara y al hacerlo besé sus perfectos labios, él me correspondió apoyándome su mano en la cintura y llevándome hacia la pared.
Subí mis piernas a su cintura y él sujetó mi trasero mientras nuestro beso se hacía más intenso. Una de sus manos comenzó a recorrer mi espalda provocándome escalofríos. Sus dedos suaves hacían que mi cuerpo entrara en un estado de excitación que me asustaba.
—Lo siento —dije separándome— no estoy lista aún —mis cicatrices aún no sanaban lo suficiente para mostrarle mi dañado cuerpo
—Está bien, tenemos tiempo —volvió a besarme— buenas noches
Al despertarme, los rayos del sol se filtraban a través de las elegantes cortinas, me levanté de la cama y las abrí dejando pasar finalmente la luz. Era un día extraordinario de primavera. Divisé a Rajul en el jardín hablando con uno de los guardias. Parecía darle indicaciones de algo porque señalaban las inmediaciones de la mansión y parecían bastante serios.
Suspiré. Se veía perfecto. Como uno de esos guardaespaldas sexis de los libros y las películas que tanto me gustaban. Su mirada se cruzó con la mía y me dedicó una sonrisa. Finalizó su conversación despidiéndose de los hombres que lo acompañaban y entró a la casa. Unos segundos después golpeó la puerta de mi cuarto.
—Buenos días, Princesa
—Buenos días —le dediqué una sonrisa— pasa —le invité— siéntate en el sofá, vuelvo en un minuto, iré a cambiarme
—Ve, aquí te espero —sé que observó mi cuerpo cuando caminaba— estás hermosa esta mañana
—Sé lo que estás viendo —dije riéndome
Su risa se escuchó hasta el vestidor. Me apresuré a vestirme y salí. Cepillé mi cabello y coloqué un poco de crema hidratante en mi piel.
—Sin dudas te ves hermosa —dio otra repasada a mi cuerpo— te he traído esto —me tendió la caja de un móvil nuevo
—Gracias, no tenías que hacerlo —lo tomé
—Creo que será mejor que no salga de la casa hasta que esté preparada, podría ser peligroso ——asentí, entendía su preocupación, Joseph acechaba las calles de la ciudad en mi búsqueda
—Por mí está bien, ¿cuándo podré empezar?
—Si quiere luego de su desayuno podría enseñarle algunas cosas —otra sensual sonrisa se asomó
Alcé mis cejas y reí, entendí la indirecta que estaba dándome. Bajamos hacia el comedor donde un exquisito número de platillos me esperaban. Rajul tenía algunas cosas que hacer, por lo que se despidió al terminar de bajar las escaleras.
—No sabíamos que le gusta, preparamos algunas opciones, espero que le guste —una muchacha muy joven habló poniendo el último plato sobre la mesa
—Guau, no esperaba esto, muchas gracias —no podía quitar la vista de la mesa— ¿Cómo es su nombre?
—Soy Amal Princesa, su ama de llaves
—Que hermoso nombre
—Gracias, espero que disfrute su desayuno —asentí y se marchó
No sabía dónde aprendían a cocinar así porque con cada plato que había probado hasta ese momento me quedaba más impresionada, me encantaron todos los platillos que probé. Quería que me enseñaran a hacer algunas de sus maravillas. Pero sin dudas el Baklava era mi favorito. Podría comer una docena de esos deliciosos bocadillos.
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Armas y Seducción (Trilogía Antara 1)
RomantikComo una simple rosa puede cambiarlo todo... Nadie se esperaba esto, mucho menos yo. María Tesman, una joven de 23 años, quien trabaja en una editorial muy conocida de la ciudad, con una vida tranquila, da un giro de 180° al ver su vida en peligro...