Capítulo 26

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A la mañana siguiente el silencio invadía la casa. Nada bueno podía estar pasando, se sentía la ausencia de vida. Al bajar al salón noté que el personal no estaba, tampoco había señales de Rajul o Andrew.

Tenía intenciones de salir al jardín a ver si había alguien, pero me percaté que aún seguía con mi pijama. Subí nuevamente a mi habitación para vestirme adecuadamente, coloqué una falda corta de flores negras y blancas, una camiseta de tirantes negra, até mi cabello en un moño desarreglado y volví a bajar. En el jardín no había nadie, el personal de seguridad tampoco estaba.

Desde que había llegado nunca se iban de sus puestos, sus relevos llegaban y era el único momento en el que se retiraban. Sin dudas algo extraño estaba pasando y presentía que tenía que ver con Merve.

Me alejé un poco más de la mansión para tener mejor visión del espacio. Parecía quieta, sin movimiento alguno. El sonido de una moto a lo lejos me sobresaltó. Conocía ese ruido, era la motocicleta de Rajul.

Corrí por el lado de la propiedad hacia la entrada. Cuando desconocí al muchacho que estaba bajando de ella me escondí detrás de un arbusto y espié al extraño ser que ahora estaba entrando en la casa.

Seguí rodeando la casa, tratando de verlo a través de las ventanas laterales, estaba siendo un poco difícil entender qué estaba pasando. De pronto lo perdí de vista y alguien me tomó el hombro.

— ¿Qué haces? —grité con terror de ser atrapada

— ¿Por qué me espías? —tenía enfrente al escultural joven de cabello rubio y ojos miel que había entrado hacía un momento a la mansión

— ¿Por qué entras a mi casa? ¿Quién rayos eres?

— ¿Tú casa?

—Así es

—Entonces debes ser Basilisa

—¿Quién eres? —ya me estaba molestando el jueguito de preguntas sin respuestas

—Soy Umar, quien cuida sus negocios, vine a buscarla

—Creí que Merve estaba a cargo de eso

—Como sabrá, las intenciones de su hermana no son buenas y necesitamos que tome las riendas para seguir prosperando

—Aún no estoy lista, lo siento

—Sé que es difícil, pero tendrá que hacerlo si no quiere una rebelión en su contra, tiene cientos de familias en sus manos princesa

— ¿Qué esperan de mí? Nunca hice algo así, no sé qué debo hacer

—Tranquila, estaré a su lado para ayudarla

— ¿Cómo podría confiar en ti? Ni siquiera te conozco

—He asumido sus responsabilidades, al menos podría mostrar simpatía, ¿no?

—Bien —dije poco convencida y sin entusiasmo

—Vámonos ahora, se está haciendo tarde

— ¿Ahora? Pero estoy en medio de una búsqueda

—Rajul y Andrew la están esperando allá señorita

— ¿Están contigo? Los he buscado toda la mañana

—Como le dije, nos están esperando

—Espera, voy a buscar algunas cosas y vamos

—No demore, ya es tarde

Subí a mi cuarto, cambié mi ropa, una falda no era lo más adecuado para la situación por lo que la cambié por unos pantalones color vino, mantuve mi camiseta y las converse que traía antes, tomé un bolso del vestidor, guardé mi laptop, celular, llaves y algunas otras pertenencias y bajé tan pronto como me fue posible. Él esperaba en su motocicleta, un cigarrillo descansaba en su mano derecha mientras miraba a la nada misma.

Armas y Seducción (Trilogía Antara 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora