Mientras pasaba una gasa con antiséptico por una de sus heridas, miré sus ojos, no podía creer que aquel tierno chico que supuestamente era mi mejor amigo se hubiese convertido en un patán de primera. Por un momento había llegado a pensar que podríamos ser algo más en el futuro, pero en vista de lo que me había dicho sabía que estaba equivocada.
— ¿Por qué te estaban golpeando?
—Nuestros negocios no van bien, solo fue un ajuste de cuentas —su mirada vaga en el suelo de la habitación y la vergüenza se nota en su rostro
— ¿Por qué no hablas conmigo? Antes era fácil, necesito a mi amigo de vuelta
—Nunca fui tu amigo Basilisa, me criaron para obtener información de ti, lo que pasó luego nunca debió pasar
— ¿Lo que pasó luego?— repetí sus palabras sin saber a qué se refería
—Recuerdas el baile de primavera al que fuimos juntos, ¿verdad?
—Si
—Allí me di cuenta de que me había enamorado de ti, al siguiente año tendría que haber vuelto aquí, pero no podía alejarme, te amaba y no quería que nada malo te sucediera
—Yo también estaba enamorada de ti, pero no podía hacerlo, no estaba lista aún
—Lo sé, por eso decidí hacerme tu amigo, al menos así podría protegerte
—No entiendo por qué no podemos volver a ser como antes
—No puedes involucrarte conmigo, te harán daño, es mejor si estoy solo, no tengo debilidades así
—Te necesito y no me importa lo que hagan conmigo, no quiero perderte, eres lo más importante que tengo
—No lo hagas más difícil, por favor, en unos días me iré y no volveré por aquí, será lo mejor
Las lágrimas caían sin cesar, me dolía no poder ser su amiga, no tenerlo en mi vida era duro. Él era la única persona que conocía mis secretos, aparte de Rajul y mi madre, y lo necesitaba. Sabía que era un pensamiento egoísta, pero era verdad, no quería hablar con nadie más que no fuera él.
—Por favor no te vayas, no me dejes sola —secó mis lágrimas con su mano y corrió un cabello detrás de mi oreja
—Lo siento, pero lo hago por ti
Tomó mis manos y las observó detenidamente. Se acercó a mí, levantó mi rostro con delicadeza y me besó. Era dulce, sensual y me dejé llevar por sus movimientos. Se sentía diferente a cuando Rajul me besaba, se notaba el cariño que Andy me tenía y el desespero que había mantenido controlado todos esos años atrás.
Nos levantamos y dirigimos nuestros torpes pies hacia mi habitación. Cerré la puerta detrás de nosotros y volví a besarlo, esa vez con más intensidad. Él me tomó por mi cintura y me recostó en la cama, acariciaba mi cabello mientras yo rozaba su espalda con mis dedos. Se separó para quitarse la camiseta dejando su marcado abdomen a la vista. Quité mi camiseta quedando en sostén y volvió a besarme una vez más.
— ¿Estás segura de esto? Podemos detenernos si deseas
—No quiero detenerme, por primera vez me siento cómoda con esto
Sus labios volvieron a rozar los míos y una sonrisa se dibujó en su rostro. Sabía lo que iba a pasar luego, pero lo quería, por primera vez lo iba a hacer por elección. Me sentía segura con él, no necesitaba ocultarme.
Sus manos pasaron por mi cadera bajando mi pantalón dejándome en ropa interior. También quitó su pantalón y pude visualizar mejor su trabajado cuerpo con mayor facilidad. Acaricié su rostro mientras me observaba y nos di la vuelta para quedar a horcajadas sobre él. Bajé mi mano por su torso haciendo que un pequeño escalofrío visite su piel con cada centímetro recorrido. Mientras más cerca estaba del borde de su bóxer su respiración incrementaba la velocidad, sabía que estaba ansiando que bajara más pero no iba a darle gusto en eso.
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Armas y Seducción (Trilogía Antara 1)
RomansComo una simple rosa puede cambiarlo todo... Nadie se esperaba esto, mucho menos yo. María Tesman, una joven de 23 años, quien trabaja en una editorial muy conocida de la ciudad, con una vida tranquila, da un giro de 180° al ver su vida en peligro...