Armas y Seducción (Trilogía Antara 1)

Prólogo

Izan,un conocido jefe de la mafia, dejó abandonada a su hija con apenas 2 meses de vida después de perder al amor de su vida en el parto.

Para sus hombres fue inaceptable que él se involucrara con aquella mujer pobre y sin título, al enterarse de su hija en camino juraron vengarse y asesinarla. Por ello Izan no tuvo más remedio que dejarla en la puerta de un orfanato al otro lado del mundo.

Para él la pérdida de ambas fue insoportable y decidió suicidarse frente a todos aquellos que juraron venganza contra su pequeña hija. Sabía que su decisión crearía caos entre ellos y ese era su principal objetivo.

Y aquí es donde la vida de la pequeña María comienza, en sus primeros años de vida, sufriendo graves abusos en sus hogares temporales hasta que una generosa mujer la adoptó e hizo de su vida un maravilloso milagro. Le dio la oportunidad de sentirse, por primera vez, amada.

En su niñez conoció a un pequeño que hizo que menguara el dolor de todo lo que había vivido, con cada juego, con cada abrazo algo dentro de ella comenzaba a brillar nuevamente, y desde ese momento fueron inseparables.

Los años escolares pasaron y ambos siguieron tan unidos como al principio, quizás aún más. En la universidad María estudiaba literatura mientras su mejor amigo estudiaba finanzas. Con el paso del tiempo cada vez su relación empezó a hacerse más y más fuerte.

Él empezó a enamorarse, pero ella no podía permitirse sentir amor por alguien más que su madre adoptiva, no quería que rompieran su frágil y maltratado corazón de nuevo. Su pasado la acechaba cada vez que estos sentimientos se hacían presentes. Aunque le quería demasiado, el miedo a revivir alguna de sus trágicas vivencias pasadas no la dejaba dar un paso adelante.

Cuando su madre murió, quedó devastada sin saber qué hacer. Su homicidio fue inexplicablemente doloroso, nadie sabía por qué a esa pobre mujer le habían hecho tal calamidad. La policía no quiso darle detalles para no perturbarla más, pero Andrew, su mejor amigo, sí logró averiguar qué fue lo que realmente había pasado. En las cámaras de seguridad de una antigua bodega se veía como un grupo de cuatro hombres la quemaban viva mientras ella suplicaba por su vida.

Aquellos que lo hicieron estaban seguros de lo que hacían y quien era, era la oportunidad perfecta para acercarse a lo que realmente querían.

Una vez finalizados sus estudios universitarios, se dispuso a conseguir un trabajo, el trabajo de sus sueños, y comprar una casa en otro sitio. Ya no se sentía segura en ese lugar.

Aquel amigo la siguió ciegamente y fue con ella, ambos consiguieron lo que buscaban, se volvieron vecinos y lograron conseguir sus puestos soñados. Con el tiempo él entendió que su amor no podía ser correspondido, ella no estaba preparada y no sabía si en algún momento lo estaría. No perdió la esperanza, pero se armó de paciencia, podría esperarla la vida entera si era necesario, su cariño iba más allá de un simple capricho adolescente, la quería, jamás permitiría que ella se sintiera presionada y se alejara, por lo que esperaba en silencio su oportunidad de hacerla feliz.