Al Otro Lado © [Kim Seungmin] ✔️

2

Seungmin

Al día siguiente, sus amigos planeaban algo divertido para el fin de semana. Sentados en una mesa del comedor todos reían y peleaban por la papas que había dejado Yang Mi. Hyunjin estaba meloso junto a Taylor; Minho miraba a Young Mi comer sus papas, para luego regalarle las suyas. Changbin coqueteaba con las chicas de otra mesa. Félix y Jeongin se halaban de los cabellos sin razón alguna. Y Chan trataba de poner el orden en aquel despelote.

—Te ves mejor hoy —me susurró Jisung. Haciéndome sonreír, pero por una extraña razón mi sonrisa desapareció de manera veloz.

No había soñado con ella.

Sentí en mi pecho una sensación extraña.

—Vamos al parque de diversiones —propuso Hyunjin mirando a Taylor.

—¡Ah, no! —exclamó Felix señalándolos a ambos— No van a andar románticos frente a nosotros ¡No coman frente a los pobres!

—Entonces el fin de semana iremos —afirmó Jeongin.

Taylor abrió su boca, para decir algo, pero de nuevo en la mesa se había formado el alboroto.

—¡Silencio! —grité, para que la dejarán hablar.

Ella me agradeció con la mirada.

—Yo digo que no esperemos tanto. Podemos ir esta noche —sugirió, encogiéndose de hombros.

Todos se miran las caras, para luego posar sus miradas sobre mí.

—No tengo problemas —es lo único que sale de mis labios. Mientras que en mi mente pienso en que excusa ponerle a mis padres para que me dejen salir.

—Pero, Seungmin... ¿Y tus padres? —me preguntó Chan preocupado.

—Ya veré como le hago.

✴✴✴

Caminaba a casa muy pensativo, tanto que no me di cuenta de que Bang Christopher me seguía. Creía que mi vida sería como antes del sueño del lago, ya que no había soñado con la chica, pero me había equivocado, me sentía peor. 

Empezaba a asustarme la situación... ¡¿Y si se estaba volviendo loco?! Él era brillante, quería algún día tener un puesto importante en alguna empresa y a la vez cumplir su sueño de ser cantante ¿Qué sería de él si de verdad se estaba volviendo loco?

Alguien tomó mi hombro e hizo que diera la vuelta. Me encontré con la mirada preocupada de Chan.

—Hyung, calmate. Todo va a salir bien —intenté calmarlo.

Chan hizo una mueca y carraspeo.

—No creo que sea buena idea que le mientas a tus padres.

Lo sabía, pero si no lo hacía, las probabilidades de que me dejaran salir un día que no fuera fin de semana eran nulas.

Cuando llegamos al edificio donde vivía, rápidamente subimos las escaleras. Por el rabillo del ojo, noté como Chan sudaba y tenía mirada nerviosa. Su amigo no sabía mentir, era mas que obvio que lo iba a delatar.

Entramos al apartamento, y nos fijamos de que todo estaba en silencio.

Con el corazón acelerado, busqué en todas las habitaciones, pero no conseguí a nadie. Me giré para darle una mirada de victoria a mi amigo Chan, la cual pareció no gustarle y me respondió con una mirada que decía «Ni se te ocurra». Aunque, no me importó en lo absoluto, tomé una hoja y escribí un par de mentirillas.
Salí corriendo a mi habitación y comencé a alistarme.