Al Otro Lado © [Kim Seungmin] ✔️

17

Seungmin.

Pasó toda una semana llena de estrés, exámenes y algunos romances secretos. Me las ingenié para siempre tener alguna excusa para que mi vestuario estuviera muy "apretado" o "flojo". Hasta que Anna vino con unas bolsas del Mall y ropa de mi talla.

Jeongin, se la pasaba tras de Anna, había tenido sospechas de que tal vez a él le gustaba la chica. Pero toda sospecha quedó resuelta al ver que se comportaba como un chiquillo mimado, y por el jueguito que ambos se habían inventado de que Anna era la mamá de Jeongin. En cierto punto los celos me comían, pero a la vez me sentía orgulloso de lo mucho que había progresado Anna en el término social.

—Entonces Amigos, vamos a acampar o no? —animó Changbin—. Todos se acuerdan lo aburrido que fue el Halloween de este año... ¡Hagamos una fiesta!

—No sería acampar, vamos a estar en la cabaña de tu abuela —Minho bufo.

—¡Y quién dijo que ibas a dormir ahí! Nada de eso celebraremos Halloween de nuevo.

—¿De verdad vamos a hacer eso? —preguntó Jisung.

—Obviannys... —comentó Félix— Y vayan preparando su disfraz, porque el mío será el mejor.

—¿Y cuándo sería? —pregunté.

—Mañana —soltó Changbin.

—¡Mañana! —gritaron las chicas al unísono.

—¡Están locos! Donde creen que vamos a conseguir disfraces para mañana... ¿En el bosque? —chilló Young Mi.

—Tú no necesitas disfraz, hermanita. ¿Ya no lo cargas puesto?... Payasa —dijo Jisung, fingiendo un tono inocente.

—El bosque es un buen lugar para ocultar el cadáver de una ardilla. —Young Mi, miró a su hermano— ¿Lo sabías?

—Calma, preciosa —Minho besó a su chica—. Por mí, podrías ponerte una bolsa de basura como vestido y te seguirías viendo sexy.

Todos soltaron unos «¡Uuyy!» y un «¡Esoleee!».

Las chicas conversaban sobre salir de compras esa misma tarde. Por mi lado, yo pensaba en ponerme una chamarra de cuero o cualquier cosa. Anna estaba callada.

—¿Vas a ir? —le susurré. Ella me miró e hizo una mueca.

—No me gobierno sola... —me respondió— Tengo que pedir permiso.

—Si quieres voy a perdir el permiso —le sonreí. Ella abrió sus ojos, sorprendida. Luego agachó su rostro para que no notara el leve sonrojado que había provocado.

Solté una risita.

Incliné mi rostro a la altura del suyo.

—Si tu quieres... —susurró.

Félix carraspeo su garganta.

—Perdón por interrumpir lo que sea que fuera eso —él chasqueo su lengua—, pero no están escuchando lo que dijimos.

—Mañana a las 8 pasaré por todos —dijo Changbin. 

...

A la mañana siguiente, estaba listo. Llevaba algunos snacks y un bolso con mi "disfraz" y otra ropa, también llevaba mi saco para dormir. Changbin llevaría las carpas, linternas y comida... casi todo.
Esperaba en la acera, cuando vi llegar un pequeño autobús. La puerta se abrió, dejando ver al chofer.

—Vas a subir o te me vas a quedar mirando todo el día —soltó Changbin.

Al subir todos me saludaron. Con la mirada busqué a la persona con quien me quería sentar, pero no estaba.