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Seungmin.

Amanecí dormido dentro de la cabaña, todos habían dormido dentro de la cabaña. Un dolor de cabeza, me hizo apretar los ojos.
Intenté levantarme, pero mi cuerpo no me hacía caso. Un fuerte olor a café inundó mis fosas nasales.

—Esa es mi taza —era la voz de Taylor.

—¡Ay, esta vez a los chicos si les pegó! —comentó Young Mi.

—Pobrecitos —susurró Yang Mi.

—Yo le dije a mi Hyunjin que no bebiera —volvió a hablar, Taylor.

—¡Cha! ¡No mientas! —exclamo Young Mi, para ganarse unos «Shhh» — Se emboracharon los dos y se fueron para el bosque.

—A Changbin lo va a matar su abuela —soltó Yang Mi.

—Estoy de acuerdo —era la voz de Anna. Abrí mis ojos con rapidez— ¡Este lugar quedó como un auténtico chiquero!

Finalmente pude levantarme. Pero al hacerlo pude escuchar cuatro gritos agudos.

—¡Dios! —Taylor tocó su pecho— ¡Para la próxima podrías carraspear, así sea!

—Buenos días a ustedes también —dije con sarcasmo.

Caminé hasta al baño con cuatro pares de ojos siguiéndome. Me observé en el espejo. Mi disfraz manchado de no sé qué y unas grandes bolsas bajo los ojos.

«Pudo haber sido peor»

—¡Espero que el Coco se los lleve al cementerio y les saque las tripas!  —gritó Jisung.

—Que calzones más bonitos —escuché a Félix reír.

Hice lo que tenía que hacer, para luego salir a ver lo que ocurría. A Jisung le faltaban los pantalones, en cambio unos calzones de Spider-man, cubrían su intimidad.

—¡Young Mi! —esa vez gritó Minho. Todos los presentes, corrimos hasta la habitación. Él estaba despierto, y al parecer su disfraz le sirvió para dormir plácidamente.  Una gran bola rosa estaba pegada a su cabello. Era chicle.

—¡Mamá! —era la voz de Innie. El pobre tenía el rostro pintado de color azúl.

—¡Pero qué está pasando aquí! —justo llegó Changbin.

—¡La casa está hechizada! —chilló Yang Mi.

—¡Patrañas! —rugió Minho— ¡Alguien fue! ¡y cuando me enteré quién, lo haré comer papel!

Un grito provino de afuera de la cabaña.

—¡Es Hyunjin! —exclamó Taylor.

Corrimos hasta llegar a las carpas. El flaco se miraba en un espejo de mano.

—¡Me salió un grano enorme en la frente! —lloriqueo.

Nos miramos entre sí.

—¡Alguien desenchufó mi celular anoche! —comentó Félix.

—¿Pero, quién lo hizo? —preguntó Changbin.

—¡Yo fui!

Volteamos para encontrarnos al mayor comiendo una caja de cereal.

—¡Chan-hyung! —exclamamos al unísono— Pero... ¿Por qué?

—Para darles una lección a todos —bufo— ¡Borrachos!

—¡Jujux! —se burló, Yang Mi.

Chan, miró a las chicas.

—Ustedes no celebren mucho...

Al Otro Lado © [Kim Seungmin] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora