Seungmin.
Una gran sonrisa adornaba mi rostro. Cuando regresé al lugar donde estaban mis amigos, me conseguí con que solo se encontraban Hyunjin, Jeongin y Changbin. Al verme los tres se miraron entre sí.
—Alguien viene muy sonriente —musitó Changbin.
Mi sonrisa se amplió más.
—Algo me dice que esa sonrisa es por una chica —acertó Hyunjin. Lo cual no me pareció nada extraño, pues él era un experto en ese tipo de cosas.
—Sí, pero no es lo que piensan —expliqué.
—Por eso has estado tan extraño, era por una chica —susurró Jeongin, para luego analizar un rato la situación— ¡Una chica! ¿La conocemos?
—Ya les dije que no es lo que piensan —suspiré.
Los tres no dejaron de bromear sobre el asunto hasta que entramos cada quien a sus clases. Pasaron las horas en la que el nombre de la chica se repetía en mi mente una y otra vez.
Por suerte habían acabado, las clases.
Todos nos encontrábamos afuera esperando a Minho y Young Mi, quienes se habían tardado bastante en salir, cuando finalmente lo hicieron; ambos venían tomados de las manos.
—¡Qué viva el amor! —gritó Félix, dejándome casi sordo.
Detrás de ellos venía la chica, Anna. Ella caminaba distraída y de nuevo estaba toda despeinada. Giré mi rostro, para ver a mis amigos. Todos estaban entretenidos hablando y riendo, menos Yang Mi, quien se había fijado que miraba a la chica.
—Ya no falta nadie. Así que, vámonos —anunció Chan.
Todos avanzaron, mientras que yo me quedé en el mismo sitio.
—¡Yo me quedo! —exclamé. Haciendo que todos se giraran a mi dirección.
Jeongin, Hyunjin y Changbin me hicieron señas, muecas y hasta silbaron.
Chan los quedó mirando a los tres, pero luego subió sus hombros y dijo:
—Bueno.
Esperé a que todos se fueran, para correr tras la chica, quien por cierto me dio un gran susto.
—¿Adónde tan apurado? —dijo ella, mientras se encontraba recostada en el tronco de un árbol. Con torpeza tropecé y caí a sus píes.
Podía mirarla desde arriba. Ella tenía una mirada divertida. Rápidamente retiré mi vista de ella, avergonzado. Podía verle sus piernas, las cuales eran gorditas. Agradecía al cielo no haber caído un poco más cerca, porque sino hubiera visto bajo su falda.
—¿Por qué tienes que ser tan rara? —le pregunté aún en el piso. Ella me extendió una mano y me ayudó a levantarme.
—¿Y tú porque eres tan acosador? —ella seguía sonriendo.
—Sigueme —fue lo único que dije para comenzar a caminar. Cuando me fijé que ella no avanzaba de su puesto la tomé de la mano y la llevé a rastras a la cafetería más cercana y mi favorita.
La miraba atentamente, ella evitaba a toda costa cualquier contacto visual, veía a todos lados menos a mí. Sentados en la misma mesa, el silencio era el que reinaba en el lugar. No era uno incómodo era reconfortante y me daba tiempo de analizar a la chica frente a mí.
—¡Ya deja de mirarme! —exclamó nerviosa.
—Es que tus cabellos parecen los de una bruja —dije la verdad. Aunque sabía muy bien que esa no era toda.
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Al Otro Lado © [Kim Seungmin] ✔️
FanficAl otro lado del lago, él podía observarla, estaba rodeada por flores violetas y mariposas. Siempre era lo mismo, nunca podía verle el rostro, solo sus ojos color café, los cuales siempre se encontraban cristalizados y soltando alguna que otra lágri...