Seungmin.
El musical había sido todo un éxito. Seo Changbin había recibido su recompensa, un apasionado beso de Kang Hana. Tuvimos unos días libres para descansar, gracias a que el director quedó satisfecho con nuestro trabajo.
Todos estábamos orgullosos de nuestro Binnie. Así que le organizamos una pequeña fiesta.
—¡Subele a esa madre! —gritó Félix, mientras venía bailando de la cocina.
Hyunjin, Taylor, Changbin y Hana bailaban en el medio de la sala. Chan había ofrecido su casa para hacer la fiesta.
Minho y Young Mi, se estaban comiendo todas las papas y galletas que estaban en la mesa. Yang Mi y Jeongin charlaban acerca de cosas triviales. Jisung y Siyeon jugaban una partida de Uno, mientras que Félix chirriaba sus dientes celosos.Anna tenía recostada su cabeza en mi hombro, la pobre se estaba durmiendo. Mordía sin mucha fuerza su mejilla para hacerla reír y quejarse.
—Ya es tarde —susurré en su oído.
Ella me miró con ojitos soñolientos.
Nos despedimos de nuestros amigos y nos marchamos. Traía a Anna tomada por la mano, poco a poco fui sintiendo su caminar más pesado y lento. La pobre estaba que se caía del sueño.
—Ven, te voy a cargar —dije, mientras me agachaba para que ella pudiera subirse a mi espalda.
Anna comenzó a cantar una canción. Por suerte, me la sabía, así que me le uní. A mitad del camino ella soltó:
—Hoy era nuestra cita —abrí mis ojos de manera exagerada, para luego sentirme avergonzado.
Lo había olvidado.
—Disculpa por haberla olvidado —me sentía culpable—, y por haberte llevado a esa fiesta.
Anna me pellizcó un cachete.
—No seas tonto... —bufo— Me divertí, y además era la fiesta de nuestro amigo ¡Cómo no íbamos a ir!
—Hagamos algo —dije entre risitas.
Esperaba alguna respuesta negativa debido al estado en que se encontraba Anna. Pero me sorprendí cuando ella se bajó de mi espalda, dio la vuelta y me sonrió.
—Tengo una idea... —comentó.
...
Llegamos al lugar donde Anna y Yang Mi practicaban patinaje. El lugar estaba desierto. Anna tocó la puerta principal.
Nada.
Luego de alguna parte, ella tomó una llave y abrió la puerta como si fuera la de su casa. Ambos entramos.
—De esta salimos..., pero presos —Anna tapó mi boca y señaló a un señor dormido en una silla.
Era el guardia de seguridad.
Con cuidado, pasamos por su lado, cuando estuvimos lejos de ser descubiertos, Anna me guió hasta los vestidores para entregarme un par de patines. Fuimos a la pista de hielo, Anna tomó mi brazo y poco a poco me fue ayudando a mantener el equilibrio. Lo cual fue en vano, porque más estuve sentado en hielo que patinando sobre él. Anna daba giros y zizagueaba de una manera profesional, había mejorado mucho. Estaba orgulloso de ella.
Me sostenía de las barricadas, cuando vi venir a Anna hacia mí a toda velocidad. Al frenar pedazos de hielo me cayeron en los pantalones.
—¡Anna...! —me quejé. Pero no me dio tiempo de decir nada más, pues la chica me había tomado por el cuello de mi camisa para ponerme a su estatura y así poder besarme.
—Te prometí que iba a enseñarte a patinar.
—Y a besar también —le devolví el beso.
✴✴✴
Había llegado el día que tuvimos que volver a clases. En el instituto, se había esparcido el chisme de que Anna y yo éramos pareja. Ambos paseábamos por los pasillos tomados de la mano, hablando de cualquier tontería. En ese instante llegó Jeongin corriendo hacia nosotros.
—Jisung está en el hospital.
Apreté la mano de Anna. Salimos rápidamente hacia el lugar. Los demás ya se encontraban allí. Al llegar lo primero que vimos fue a Young Mi abrazada a Minho.
—No lo vieron —musito Félix, asustado—. Estaba hinchando como un globo.—Mamá se va a molestar conmigo —murmuró Young Mi, al borde de las lágrimas.
—No es tu culpa —Minho la abrazó—. Ese tonto no tuvo que haberse comido ese chocolate de maní.
Empezaba a sentirme ansioso, solo quería salir de allí. Aunque Jisung fuera uno de mis mejores amigos, me ponía en una situación donde la preocupación y el estrés jugaban con mi mente. No me sentía bien en ese lugar. Me imaginé a mi abuela con sus recaídas entrando en esas frías y esterilizadas habitaciones...
Comenzaba a marearme y sentir que mi corazón se salía de mi pecho.
—Calma... —Anna tomó mi mano.
—Quiero salir a tomar aire —la llevé a rastras hasta afuera del hospital.
Ambos seguíamos tomados de la mano.
—Todo va a estar bien —ella intentó calmarme—. Respira conmigo.
Anna parecía muy calmada.
«¿Acaso no le importa Jisung?»
—Sé que él va a estar bien —dijo ella, como si hubiera leído mi mente.
Hyunjin y Taylor, llegaron al rato. Ya que la última no había podido ir al instituto por su expulsión. Así que se encontraba en su casa y Hyunjin tuvo que ir a buscarla.
Respiré profundo y decidí entrar también. Chan-hyung estaba caminando de un lado a otro. Young Mi consolaba a Yang Mi. Minho hablaba con las señoras de la recepción. Jeongin y Félix estaban sentados en un completo silencio.Finalmente el Doctor avisó que Jisung ya estaba estable, le habían inyectado algunos medicamentos para aliviar la hinchazón provocado por el maní. Si nos quedábamos un tiempo más, íbamos a poder verlo.
Y eso hicimos.
Entramos por grupos, Minho, Chan y yo fuimos los primeros. Jisung estaba acostado en su camilla, mientras veía en la televisión Bob esponja.
—¿Intentaste suicidarte? —fue lo primero que soltó Minho.
—¡Minho! —le reprochamos Chan-hyung y yo al unísono.
—Tranquilos —Jisung se rió—. Perdón por haberlos preocupado.
—Tus hermanas no han dejado de llorar —Minho bufo—. No lo vuelvas a hacer.
Tuvimos que salirnos, ya que era turno de la madre de Jisung y sus hermanas. Luego de Taylor, Hyunjin y Félix, y después de Jeongin, Changbin y Hana.
Anna, esperaba paciente para poder entrar. La acompañé, ella no hablaba mucho con Jisung pero quería asegurarse de que estuviera bien.
—Anna me darías unos minutos a solas con Minnie —le pidió, Anna me miró y luego con timidez se despidió.
Jisung esperó unos minutos y luego habló.
—Tuve un sueño extraño... —comentó, ganándose su atención— ¡Olvidalo! Creo que son los efectos de las medicinas...
—Descansa, amigo —desórdené su cabello.
Ese había sido un susto terrible. Estábamos agradecido de que las cosas no pasaran a mayores. Todos tuvimos que volver al instituto, pues ya habíamos faltado demasiado a clases. Aunque no veíamos la hora de volver al hospital.
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Al Otro Lado © [Kim Seungmin] ✔️
Fiksi PenggemarAl otro lado del lago, él podía observarla, estaba rodeada por flores violetas y mariposas. Siempre era lo mismo, nunca podía verle el rostro, solo sus ojos color café, los cuales siempre se encontraban cristalizados y soltando alguna que otra lágri...