Seungmin.
Volví a casa con una bolsa llena de dulces y una experiencia en ser lámpara de escenas románticas.
—¡Muy bonito! —bramó mi madre enojada, cuando me vio entrar.
—¡Vaya, al fin están en casa! —exclamé sin ánimo.
—¡¿Dónde estabas?! —me preguntó, cada vez más histérica.
—En la calle... —musité, sin prestarle atención.
Mi padre se levantó de manera dramática.
—Kim Seungmin, ¡respeta a tu madre! —me advirtió.
—¡Pero estoy diciendo la verdad! —objeté— Estaba en la calle con Hwang Hyunjin.
—¿A éstas horas? —mi madre no parecía convencida.
—Pues, sí. Si quieres puedes llamarlo y preguntarle —le extendí mi celular.
—¡Basta! —exclamó mi padre— Kim Seungmin ¡A tu habitación, ahora!
Bajé mi rostro y con lentitud me fui hacia mi cueva. Cuando cerré la puerta, sonreí. Al fin en paz. Me quité mi uniforme y me fui a dar un baño. Al terminar, me puse una toalla alrededor de la cintura y salí en busca de algo de ropa. Pasé por un lado de mi cama y me percaté que la pantalla de mi celular estaba encendida.
Era una llamada.
El número era desconocido, dudé unos minutos si responder o no. Pero cuando finalmente había tomado una decisión, colgaron.
«Demonios».
Respiré profundo y marqué devuelta al número.
Escuchaba una respiración en la otra línea.
—¿Hola? —dije, esperando obtener una respuesta.
—¿Seungmin? —escuché. Era una voz de chica— Soy Anna.
—¡¿Anna?! —respondí— ¿Cómo conseguiste mi número?
—Lo tomé de tu celular cuando subiste a cantar karaoke. Espero no te moleste.
—No, para nada —me senté en la cama.
—Bueno...solo quería avisarte que llegué bien a mi casa —comentó—. No quiero preocuparte ¿Tú ya estás en tu casa?
—Tranquila... Bueno fíjate que ando en la calle, por un callejón muy peligroso —mentí— ¿Y qué crees? Estoy hablando contigo...Sabes que podrían robarme.
—Oh, por Dios...Lo siento —la voz de Anna se quebró—. Yo no-o quería...
Me sentí mal.
—Anna, calma. Estoy bien, estoy en casa. —le aclaré— Fue solo una broma.
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Al Otro Lado © [Kim Seungmin] ✔️
FanficAl otro lado del lago, él podía observarla, estaba rodeada por flores violetas y mariposas. Siempre era lo mismo, nunca podía verle el rostro, solo sus ojos color café, los cuales siempre se encontraban cristalizados y soltando alguna que otra lágri...